¿Es rentable hacer shows por streaming?

¿Te acordás de los primeros días de cuarentena, cuando a eso de las 21 hs los vivos de Instagram de artistas estallaban y había mínimo 10 en simultáneo? Bueno, por suerte evolucionamos de ese sonido e imagen precarios a los shows vía streaming que, a su vez, atravesaron sus propias etapas. Éstos también tuvieron un boom en el que grandes referentes de todos los géneros brindaban recitales gratis desde el living de su casa prácticamente todas las semanas.

Pero el tiempo pasó y la cuarentena no se levantó, y trabajar gratis claramente no rinde. He aquí la gran aparición de los shows por streaming pagos: así como cualquier concierto al que unx asiste abonando un ticket, se compra una entrada para ver un espectáculo desde el hogar.

A pesar de esto, la duda persiste: ¿es rentable hacer este tipo de shows? ¿se llega a algo más que a cubrir gastos? ¿pueden aquellxs trabajadorxs que se quedaron sin ingresos por la falta de eventos en vivo salir del estancamiento económico?

Esa misma pregunta que se hacen muchísimas personas -involucradas en el ámbito o no- y que incluso se hizo el propio presidente Alberto Fernández, vamos a investigar en esta nota.

La modalidad está lejos de poder ser considerada un negocio. Es un paliativo para este momento donde no se puede convocar gente a reunirse en un recinto”, opina Eduardo Sempé, emprendedor y gestor cultural, integrante de la Asociación Civil de Managers Argentinos (ACMMA) y ex Presidente de la Asociación Latinoamericana de Managers Musicales. “De cualquier modo, es algo interesante para intentar”, aclara.

Con él coincide Leandro Ceruti, presidente de la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura: “Rentable no sé si es la palabra, son un aliciente. Son la posibilidad de muchxs artistas y quienes trabajan alrededor de generar un ingreso. Es lo más parecido a los shows en vivo pero en término de números es una cosa mucho más chica: con suerte puede estar representando el 30% de lo que significa hacer un show con público presente”.

Y analiza: “Me parece que es un modelo que puede sumarle al negocio de aquí en un futuro, pero no creo que vaya a reemplazar el vivo ni a mover las cifras de los shows en vivo. Además, sólo para la gente que trabaja es un aliciente, porque hay cosas que al no haber público no necesitás como seguridad, estructura de vallados y muchos proveedores alrededor de todo el entretenimiento en vivo. Al músico en sí, a su manager, a su sonidista, al asistente de escenario, sí le puede servir. Ahora, hay un montón de gente para la que hasta que el negocio no se reactive realmente con público, esto va a seguir siendo muy complicado”.

El asunto tampoco es tan simple como show + entrada paga = ganancias. La ecuación también involucra un gravamen implementado por la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) que muchxs referentes del ámbito consideran tuvo un mal timing al ser anunciado y, sobre todo, una mala comunicación.

“El arancel es el que ya existía, sucede que nadie lo utilizaba porque casi no se hacían shows por streaming, pero es el mismo que tienen los shows en vivo presenciales”, aclara Víctor Yunes, vicepresidente de SADAIC. “No varía porque hay un ticket de ingreso, y si bien no hay un teatro al que la gente va, se ingresa a un espectáculo”.

Oficialmente se trata de un impuesto del 12% sobre los ingresos brutos de todos los espectáculos musicales que se transmitan vía Internet y cobren una entrada. La cosa cambia si hay un patrocinador de por medio: ahí, si sólo se difunde por Internet, la tarifa es de $250.000; en cambio, si además se suma una divulgación por otros medios, como televisión, la cifra asciende a $400.000.

Si bien ya es algo de público conocimiento en la escena, en los próximos días la asociación comunicará formalmente una baja en este arancel.

“Lo publicaremos en estos días oficialmente; las asociaciones de managers y empresarios de todo el país ya la conocen porque lo hemos hablado, pero sobre ese 12% vamos a aplicar un descuento del 25%, osea que del 12% va a pasar al 9% hasta el 1° de enero de 2021”, anuncia Yunes. “La baja se da por razones de pandemia. Es una manera de colaborar con la gente para que pueda hacer sus espectáculos. Todos estamos poniendo un poquito de nosotros dentro de las posibilidades”, responde ante la consulta de Filo.News.

Y refuta: “No es ninguna amenaza a la monetización de los shows; al contrario, es poner sobre la mesa algo que ya estaba escrito y publicado en nuestra página, pero nadie le prestaba atención porque no se hacían shows por streaming. No es algo nuevo y además es exactamente igual que lo que se cobra en un show presencial. No tiene ningún tipo de diferencia: es el pago de un ingreso  al espectáculo vía ticket”.

Para Sempé este impuesto puede analizarse desde dos enfoques: “Por un lado están los ingresos de los autores y compositores, que son elementales para poder hacer cualquier negocio basado en la música. Nadie discute que es importante que los autores y compositores reciban ingresos en función de lo que sus canciones generan. Pero también hay que fijarse que cualquier factor puede transformar en inviable estos proyectos -de por sí difíciles de transformar en negocio- y cargar de costos a estas producciones puede hacer que algunas dejen de hacerse. En ese sentido, si ese gravamen transforma en inviable el proyecto, esa intención de retribuir el aporte de autores y compositores atentaría contra esos mismos intereses”.

Pasado en limpio: “Si no se hacen esos eventos, ni los autores, ni los intérpretes, ni los productores ni sus técnicos tendrían la posibilidad de recuperar algún mínimo ingreso”.

De la necesidad de ayudar a estos trabajadorxs de la industria de la música que con la suspensión de los eventos en vivo cortó su principal fuente de ingresos, nacen iniciativas como la de Unidxs Por La Música, creada por las redes de productores escénicos Escenario Solidario y Red de Producción más la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura.

Se trata de una tienda solidaria online en la que pueden adquirirse valiosos objetos relacionados a la música argentina, como entradas icónicas, CDs, vinilos, posters, indumentaria e instrumentos utilizados por artistas, y más. Todo lo recaudado es destinado a la compra de alimentos y artículos de primera necesidad para plomos, personal de carga, técnicos, iluminadores, sonidistas, asistentes, productores, etc.

Días atrás, Unidxs y Billboard en conjunto, realizaron Festival Online, un evento virtual de 24 horas que reunió a artistas, periodistas y personalidades con el objetivo de reunir fondos para la causa.

“Las repercusiones fueron muy buenas: la tienda tuvo en un día el mismo movimiento que tiene en una semana, que sería un tráfico de unas 16.000 personas”, cuenta Ceruti quien, junto a la asociación que preside, se encargó de la comunicación y difusión del evento. “El monto exacto no lo sé, pero entre instrumentos/objetos y donaciones se juntaron más de 460 bolsones de alimentos y artículos de limpieza de primera necesidad”.

Desde ACMMA, en tanto, se encargaron de presentar un protocolo para poder realizar ensayos, grabaciones de estudio y shows sin público en la Ciudad de Buenos Aires. Según Sempé éste “busca reactivar la industria afectando a un núcleo mayor que sólo los artistas” como ocurre con los shows transmitidos desde un hogar, donde únicamente está el artista sin banda, asistentes ni técnicos.

El retroceso de fase en CABA impidió que se implemente en todo su esplendor. Afortunadamente, en la fase inaugurada este lunes 20 de julio, volvieron a rehabilitarse los streamings de música bajo estrictos protocolos sanitarios: “Ojalá permita el regreso al trabajo a mucha gente que hoy la está pasando muy mal”, pide Sempé.

Vaticinando que esto podía ocurrir, desde Event Media prepararon un estudio específicamente acondicionado para este tipo de shows: “La idea viene desde fines de febrero y ya se puso en funcionamiento en marzo. Colegas o clientes de Europa y Estados Unidos nos venían contando cómo venía el tema de la pandemia. Ante la cancelación de eventos, todo lo que podíamos hacer era apoyarnos en herramientas que usábamos en eventos presenciales y empezar a darle más preponderancia al streaming y a la videoconferencia”, cuenta Juan Manuel Scarnati, co fundador y director de la empresa.

Inspirado en los estudios de televisión, éste cuenta con pantallas LED, iluminación, cámaras, productores de piso y en control “como si fuera un programa de TV”, todo ejecutado bajo rigurosas medidas: “Creamos un protocolo interno en el estudio: por los metros cuadrados que tenemos en el estudio ya hay un cierto staff de técnicos que trabaja; no pueden venir más de 5 clientes; se van cambiando y hay una persona que los dirige para que no haya nunca amontonamiento de gente. Se pide quiénes van a venir, se les toma la temperatura, se les toma una declaración jurada. Todo para cuidarnos entre todos”.

Si bien la empresa se dedica más que nada a eventos corporativos, ya han realizado numerosas presentaciones musicales: “Después de un primer evento que hicimos nosotros a modo de prueba, nos contactaron no sólo bandas, sino también managers, productoras. En esa fila todos trataban de pasar porque era una forma de liberar un poco el embudo que se había hecho”, dice Scarnati.

En una situación similar surgió Ticket Hoy Live, un sector de la reconocida ticketera especialmente dedicada a los shows por streaming: “Estábamos invitados a un evento en febrero que era el Mobile World Congress en España y se suspendió por el inicio de lo que podía ser una pandemia. Por tener la cabeza un poco con lo que sucedía ahí, nos supimos un poco adelantar y lanzamos ticket hoy live a principios de marzo cuando se decretó la pandemia”, recapitula Diego Balan, director de Ticket Hoy y Access Hoy.

“Al principio los artistas nos decían que no iban a usarlo porque decían que iban a hacer un par de lives por redes sociales pero pasaron las semanas y empezaron a sonar los teléfonos; todos los músicos, managers, productoras nos empezaron a decir que querían sumarse, uno tras otro”, revela.

Con cada show, tanto artistas, como realizadorxs y cualquier persona involucrada fue adquiriendo experiencia y sumando ideas: “Empezamos a hacer shows cada vez más grandes: ya vamos por el tercero de Los Nocheros y Pedro Aznar, el segundo de Sandra  Mihanovich; Iván Noble también hizo varias presentaciones. Y ahora se sumaron Nitro Mestre y Kapanga”.

Para Balan, estos eventos sí tienen calidad de rentables: “Algunos lo son mucho, otros normal, pero en algunos vendemos entre 5.000 y 10.000 entradas. Eso se vende y genera rentabilidad”.

Ok, el presente de la escena tiene interpretaciones encontradas, ¿pero el futuro?

“Especialmente en la música, van a extremar el trabajo de los creativos para que la imagen que la gente vea en televisión sea lo suficientemente atrayente como para que supere la mera condición de ver a su artista cantando”, opina Yunes, y pasa a ejemplificar: “En Argentina el grupo que está rompiendo las barreras en América, especialmente en Estados Unidos, son Los Caligaris: en su show tienen mucho más que música, tienen malabarista, contorsionistas, gente que hace circo. Ese algo más que ellos hacen es hermosísimo, y creo que eso los ayudó a ser un grupo que está atrayendo gente a donde va y el espectáculo por televisión sea muy visto”.

En esta línea se ubica también Balan, que pronostica un panorama similar aunque con la posibilidad de que se abran las venues y se permita un número restringido de personas como público: “Va a ser importante que los privilegiados que lo vean presencialmente no sean los únicos y al mismo tiempo, que haya una transmisión que pueda difundirse a todas partes a la vez que se aleje de una mera transmisión. Desde Ticket Hoy Live generamos shows con mucha interacción: la gente elige las canciones, participan del chat en vivo, ‘van’ a los meet&greets en salas virtuales, etc”.

Las respuestas a aquellas preguntas planteadas al inicio de la nota no son unánimes, pero es justamente eso lo que termina llevando a una mayor comprensión de la crisis que atraviesa la escena musical argentina.

Probablemente los shows por streaming hayan llegado para quedarse e incorporarse como una herramienta más -y bienvenida sea- disponible para aquellas personas que por H o por V no puedan presenciar el espectáculo; para quienes prefieran acceder al evento de una manera más económica y verlo a través de una pantalla (¿será más económica?) o simplemente para quienes no disfruten tanto del calor humano y la música ao vivo.

A lxs amantes del pogo y la arenga grupal nos quedará aguantar un poquito más.

Fuente: FILO NEWS

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