Del Papa Francisco, Borges, Spinetta y Darín: 17 historias, secretos y datos curiosos de los 40 años de los Premio Konex

Desde hace 40 años los Premios Konex rinden homenaje a las personalidades más destacadas de la cultura argentina. Cuatro décadas en los que se ha reconocido a figuras trascendentales, que van desde el deporte, a la ciencia y las artes, entre otras categorías. Hoy, a partir de las 18 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, le toca el turno a lo mejor de la Música Clásica de la década pasada y especialmente al coreógrafo y maestro de la danza Oscar Araiz, que se quedó con el Konex de Brillante. En ese sentido, Infobae Cultura recopiló una serie de anécdotas y datos curisosos, que revelan el espíritu de un galardón que posee más prestigio que ningún otro.

El hombre detrás de la Fundación que dio nombre a los premios es Luis Ovsejevich, quien además de abogado y empresario fue director general ad honorem del Teatro Colón. La idea, contó a Infobae Cultura, le apareció cuando atravesaba un momento particular de su vida, en el que entendió que debía dejar un legado más allá de la docencia: “Fui docente en la Facultad de Derecho durante muchos años. En un momento dado de la evolución de mi vida estaba con una empresa comercial y decidí dejar la docencia, pero necesitaba reemplazar esa docencia y eso lo hice a partir de la Fundación Konex. Tenía la empresa comercial Konex-Canon y la Fundación fue como una educación a lo alumnos, en este caso, para sembrar el porvenir. Tratar de que los mejores exponentes de la Argentina sirvan de ejemplo a nuestra juventud”.

Por qué 1980

No muchos los saben, de hecho -confesó Ovsejevich a Infobae Cultura– ya nadie recuerda por qué la primera edición de los Konex fue en 1980. “Cuando tuve la idea, no comencé rápidamente con la premiación. Me pareció perfecto comenzar en 1980 porque se festejaba los 400 años de la Ciudad de Buenos Aires, es un motivo que hoy se perdió totalmente”.

Por qué se comenzó con Deportes

Los Konex premian una amplitud de saberes y talentos. Esa siempre fue la idea, reconocer a las personas destacadas de la cultura, más allá del campo donde realicen su aporte. Entonces, cuando llegó el momento de organizar el encuentro inicial, su fundador se encontró ante un desafío: ¿con cuál empezar? De su experiencia empresarial, Ovsejevich comprendió que para obtener la atención mediática y así poder dar un buen envión al galardón, lo mejor era elegir los Deportes.

Fangio, al fin profeta en su tierra. Aquella primera edición tuvo 100 premiados y un ganador que, hasta ese momento, no había tenido reconocimientos en su propio país, eso de no ser profeta en su tierra se aplicaba a la perfección. La cita fue en el Luna Park, que estaba colmado de invitados. Ovsejevich, emocionado por el recuerdo, narró: “Todos estaban esperando, cada uno en sus mesas a ver a quiénes elegía. Entonces sale, Boxeo: Monzón; Automovilismo: Fangio; Golf: De Vicenzo; Fútbol: Moreno y así sucesivamente”.

“Cuando estaban los 20 en el escenario se eligió al Konex de Brillante, que fue Fangio. Cuando habla Fangio dice: ‘Espero que no me falle el de la zurda’, por el corazón, como diciendo ‘Es la primera vez que me premian en la Argentina’”.

Cuando el Papa Francisco casi lo gana

En 2008 fue el turno de Instituciones – Comunidad – Empresa. “La idea era premiar a referentes de los distintos credos. Y en un momento, entre los más votados estaban Jorge Bergoglio y Jorge Casaretto. Terminada la votación estaban empatados, se votaba y empataban. Los dos eran muy destacados y se terminó eligiendo a Casaretto porque era más conocido, ya que estaba conduciendo Cáritas. ¡Nos perdimos que el Papa ganara Premio Konex!”, recordó Ovsejevich vía telefónica en tono de humorada.

Sin embargo, en 2018, la figura de Francisco resurgió, aunque como galardón, cuando se otorgó la primera mención especial llamada “A los valores del Papa Francisco”, que la recibió el Instituo Diálogo Interreligioso. “No se entrega a la persona, sino a lo que representa lo que dice el Papa”, explicó.

Favaloro y Milstein y el “falso vivo” En 1993 el de Brillante quedó compartido entre René Favaloro y César Milstein, que estaba en Cambridge. “Se me ocurrió hacer un duplex entre ambos, la entrega era las 19 y el periodista Bernardo Neustadt aceptó ser el mediador entre ambos. El programa de Neustadt, Tiempo Nuevo, era a a las 22, por lo que a las 18 estábamos con Favaloro en Canal 11. Entonces Neustad hizo como si fueran las 22 y ellos le siguieron el juego”.

“El diálogo fue muy lindo entre ellos. Los dos se decían que se admiraban uno al otro con una humildad sobrecogedora. U conversación hermosa, en con muy lindos términos, natural y veradera. Cuando termina todo el diálogo le quise pagar a Neustadt, que no quiso cobrar nada, ni siquiera por el uso el satélite”.

La únicas dos condecoraciones de la historia y un presidente

Los premios Konex los elige un jurado de notables. En ese sentido, el presidente de la Fundación no tiene voz ni voto. “No voy a dar nombres, pero hay gente que está desesperada por recibirlo, me llaman y me preguntan por qué no ellos y les digo que no depende de mí. Lo que sí depende de mi son las condecoraciones, que se entregaron solo dos veces en la historia”, cuenta.

La primera fue en 1994, a Yehudi Menuhin, violinista y director de orquesta nacido en Estados Unidos, con nacionalidades suiza y británica. “Fue en el Teatro Colón y contó con la particularidad que fue la única vez que asistió un presidente en toda su historia, Carlos Menem. Los hizo porque Menuhin además recibía una distinción como visitante ilustre de la Ciudad en la misma ceremonia”.

La segunda fue en 2002 para Mstislav Rostropovich, uno de los más grandes violonchelistas de todas las épocas, aunque la entrega se hizo en la Embajada Rusa. “En ambos casos fueron elecciones mías, lo hice porque se destacaban tanto en música como en su trabajo por la humanidad”.

El primer premio compartido

La segunda edición, consagrada a los Espectáculos, deparó sorpresas y un conflicto inesperado. Al finalizar la votación, Luisa Vehil y Alfredo Alcón quedaron empatados en 8. Le tocaba decidir al presidente del jurado, en aquel 1981, era Ulyses Petit de Murat. “Viene la votación y me dice Ulyses: ‘Yo no puede desempatar’, ‘Pero usted tiene que desempatar’, respondo. ‘Yo no puedo desempatar’ Y bueno, entregamos el premio a los dos. Entonces quedó empatado. El trofeo, que había uno solo se lo llevó Luisa Vehil y después mandamos a hacer otro para Alfredo Alcón”.

El enfrentamiento con la dictadura

Si bien la televisión de los Konex ha tenido, a lo largo de su historia, distintos momentos hay uno que es recordado más que ningún otro. Fue durante sus albores, de hecho en el encuentro de 1981.

Entonces, todos los canales de aire -no existía el cable- cumplían órdenes de las diferentes fuerzas de la Junta Militar. El año anterior, la transmisión la había realizado Canal 11, pero esta vez, dos días antes de la entrega, llegó la noticia que no serían transmitidos porque se estaba reconociendo “a gente de izquierda”.

Aquella noche, en el Teatro Coliseo un silencio incómodo atravesaba a los invitados, silencio que rompió Ovsejevich cuando desde el escenario realizó un discurso contundente sobre la pluralidad y la importancia de la cultura en una sociedad. En una entrevista, recordó: “La gente me miraba y decía: a este tipo mañana lo secuestran. pero no me pasó nada”.

El último abrazo a Borges. Para 1984 llegó el turno de Letras. No había en ese sentido muchas dudas sobre quién lo recibiría aquella noche de diciembre en el Centro Cultural Recoleta: Jorge Luis Borges.

Fue un momento de mucha emoción, en la que el gran escritor argentino prefirió no hablar durante la ceremonia y por ende no subió al escenario. Su estado de salud era ya una preocupación y junto a él, lógicamente, estaba María Kodama. Por suúesto, no hay fotografía del autor de “El Aleph” en el escanrio. La imanges que se conoce – icónica en el sentido de que fue el último reconocimiento en vida que recibió en su país- se realizó aparte, ya con la ceremonia finalizada. A los dos años, fallecía en Ginebra, Suiza.

El fin del suspenso

En los primeros años la idea era que los 20 premiados con diplomas subieran al escenario y allí, en vivo, se enteraran de quién se quedaba con el de Platino. Sin embargo, a las pocas ediciones notaron que todos de antemano sabían quiénes se iban a quedar con el premio,

“Por ejemplo, antes de empezar sabíamos que iban a ser Konex de Brillante, Leloir Borges, ¿quién sino? Entonces con los jurados me planté y les dije ‘no podemos hacer esto de la sorpresa’. Entonces se cambió el sistema». Así, los ganadores comenzaron a saberlo con antelación, aunque en algunas oportunidades se mantuvo el “formato sorpresa” para darle mayor suspenso a las transmisiones televisivas. En otras, se volvio a revelar el ganador en vivo.

El Flaco Spinetta, el artista récord que no aceptó el premio

“En mi corazón está en valor de que reconozcan mi trabajo, pero este premio se lo dedico a Astor Piazzolla, a mis padres que son los que finalmente lo van a tener en su casa… No piensen que no estoy ahí porque me hago la estrella”, dijo Luis Alberto Spinetta en un video de 2005, cuando recibió el últimos de sus tres platinos.

El genial músico porteño es, entonces, el único en haber recibido por partida triple el máximo galardón de la institución, los anteriores en 1985 y 1995. En 2015, ya fallecido, se lo recordó con el Konex de Honor.

“Spinetta es un caso particula, la primera vez lo recibió, recuerdo que vino con Charly García. En el 95 vino la hija y en la tercera vez hablé con él, le comenté y me dijo que no venía, que ya no recibía premios. Entonces fuimos a la casa, fue raro, porque por un lado lo acepta, por otro no. Era una persona muy tranquila, introvertida, un tipo normal, que tenía las contradicciones que tenemos todos. Recuerdo que ese día también grabamos a Andrés Calamaro, que se iba a España”, recordó Ovsejevich a Infobae Cultura vía telefónica.

Spinetta pertenece al acotado grupo de tri-ganadores junto a los periodista Morales Solá y Claudio Escribano, y el pianista, compositor y director de orquesta Horacio Salgán.

No siempre ganan los más votados

Los Konex tienen un particularidad de la que muy pocos premios en el mundo pueden ufanarse: no solo se premia el talento o los aportes, sino también la ética. En ese sentido, si querer dar nombres, sostuvo: “Los más votados no son siempre los ganadores. Hay una reunión final donde se junta todo el jurado, donde no quedan automáticamente los 5 más votados, porque puede ocurrir que haya gente muy popular colocada por los jurados generales y que después los especialistas del tema dicen ‘ojo que este hombre es conocido, pero éticamente no corresponde que le demos un premio’”.

“La obra como la ética tiene muchísima consideración. Hubo varios casos de gente que en esa votación preliminar estaba entre los cinco, el primero a lo mejor, o el segundo, y que el jurado específico dijo ‘ojo con esta persona’ y quedó afuera y no fue premiado”.

La Mona Jimenez y Oscar Martínez, dos debuts

En 1995, en la categoría Bailante se eligió a la Mona Jiménez. “La transmisión de ese año fue de Canal 9 y pidió que sea sorpresa todo. Entonces, cuando gana la Mona se queda duro, no lo puede creer y tarda en subir al escenario. Estaba como en shock y dice ‘es la primera vez que vengo al Teatro Colón’. La reacción del público, indescriptible, se lo festejaron porque fue genuido y gracioso a la vez», contó Ovsejevich.

Otro referente que tuvo una primera vez en los Kponex fue el actor Oscar Martínez. En 1997, se entregaban los premios a Comunicación – Periodismo y como el año anterior Magdalena Ruiz Guiñazú había hecho de dama de ceremonia debían buscar a alguien fuera del círculo de los medios. Así, Ovsejevich se lo propuso al premiado actor argentino, que hasta a esa experiencia jamás se había subido a un escenario para llevar adelante un evento. “Estaba muy nervioso, pero lo hizo de manera maravillosa, un gran debut”.

Eladia Blázquez y un premio póstumo

En 2005 el máximo premio en Música popular se lo llevó la recordada Eladia Blázques. “Fue una ceremonia muy especial. Ella falleció unos 12 días antes de los diplomas, en ese momento se lo homenajeó de la mejor manera posible. Recuerdo bien como todos los premiados comenzaron a cantar Honrar la vida. Fue muy, muy emotivo, sentíamos que ella estaba ahí. Se quedó también con el de Platino, fue una edición muy fuerte para todos”, comentó Ovsejevich.

Un publicista descocertado

Una de la característica de Ovsejevich es llamar por teléfono a cada uno de los 100 ganadores de los diplomas, En 2007, le tocó vivir una charla excepcional. En la categoría Publicidad, de Comunicación – Periodismo, el ganador fue Sebastian Wilhelm, reconocido publicista que ya llevaba varios años trabjando fuera del país.

“Él tenía 34 años y la verdad es que jamás se le había ocurrido que podia ganarlo por una razón muy sencilla. ‘Te llamo para decirte que recibiste el premio, le digo. Me pregunta qué es el Premio Konex, se lo explique. A los 10 minutos me llama para presentarme sus disculpas, me cuenta que le había contado a la madre y que ella le dijo que era como el nobel argentino. Estaba avergonzado, pero cuando uno piensa en publicidad hay tantos premios en el mundo, que no se imagina el Konex. Fue un gran gesto el hecho de que regresara el llamado”.

La “justicia” y la emoción de Ricardo Darín

En 2011, el talentosísimo Ricardo Darín se quedó con el de Brillantes en Espectáculos. Sus primera palabras al subir al estrado revelaron rápidamente una de las características del actor argentino, el humor: “Se ha hecho justicia, creó yo. He trabajado toda una vida para esto”, dijo. Por supuesto, los presentes estallaron en risas, aunque el intérprete de El secreto de sus ojos, en otras tantas películas, luego de confesor su dislexia y aceptar su capacidad para irse “por las ramas” retomó la solemnidad para agradecer el premio.

Ya sobre el final del discurso, Darín también recordó a sus primos Vega y Juan Andrés y a su padre, quien le “enseñó el difícil arte de la vida”. Fue en ese instante en el que su humanidad embestida en sincera emoción se transmitió en una voz que se entrecortaba.

El único triple empate en el Konex de Platino

Hubo una sola vez en la historia que tres protagonistas se quedaron con el Platino. Fue en 2001 y se lo llevaron actrices de tres generaciones diferentes: Lydia Lamaison, Mercedes Morán e Inés Estévez.

Fuente: Infobae

 

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