Dillom, ahora sí, rumbo a Vélez: “Con las polémicas entré en el radar de audiencias que no me conocían o tenían indiferencia sobre mí”
Hace un año y medio, Dillom lanzó su segundo álbum, Por cesárea, y desde entonces no paró de tocar por todo el mundo y romper nuevos récords de su poder de convocatoria. Generó todo un fenómeno, no exento de polémicas incluso con el presidente de la Nación.
Ya el inicio del furor fue un acontecimiento poco habitual: una cita en el teatro Coliseo el 25 de abril de 2024, donde se pudo escuchar todo el disco en una sala a oscuras, apenas intercalado por un puñado de brevísimas performances con actores y el propio Dillom en el escenario. Ya el hall de ingreso estaba transformado con una gigantesca instalación que evocaba un canal vaginal, donde había que caminar entre penumbras, mientras sonaban llantos de bebé y pulsaciones sonoras.

Dillom en el primero de sus dos shows en Movistar Arena, en agosto de 2024. Foto: Martin Bonetto
Desde esa noche quedó en claro que el músico se había superado y llevó el estilo que asomó en Post-mortem a un nuevo nivel, combinando rock, rap, pop y energía punk con invitados como Andrés Calamaro y Lali. Las letras se internaban en lo oscuro, lo existencial y lo personal, examinando los miedos, las decisiones equivocadas y los traumas.
A partir de ahí, todo fue escalando, desde un arranque fuerte en plataformas (top 9 global en Spotify y top 3 nacional, a pesar de no haber sacado algunos singles como anticipo, como es habitual), dos shows en el Luna Park en junio y dos Movistar Arena en agosto, además de una gira que llegó a España, Uruguay, México, Chile y Paraguay. Recorrió el interior del país, tocó en festivales, estuvo en la fiesta del fin del mundo en Ushuaia y hasta se dio un merecido descanso en Islandia.
Ahora, tras un amague por problemas de fechas con el club, cerrará el ciclo de Por cesárea el 21 de diciembre en el estadio de Vélez, adonde ya estuvo como invitado de los shows de Lali.

Dillom en la galería Ruth Benzacar, donde presentó un libro de fotos inspirado en su disco «Por cesárea». Foto Victoria Gesualdi
Además de las canciones nuevas, Dillom amplió el universo visual y editorial del disco con el reciente lanzamiento de una edición limitada de un libro de fotos que interpreta visualmente el imaginario de Por cesárea.
Subir escalones impensados
Dillom asegura que no imaginaba todo el furor que ocurrió con las canciones de Por cesárea. «¡Para nada! Veníamos de lo que había sido un éxito considerable con el disco anterior, que un poco de destapó la olla y empezamos a hacer shows grandes.Lo cerramos en Movistar Arena, así que ya había cierta expectativa y cierta presión también, ¿porque cómo superar eso? La idea de este álbum arrancó con muchísima más ambición desde el lado conceptual y narrativo, con otro tipo de madurez y otro tipo de tópicos que quizás podían llegar a no ser tan digeribles para una audiencia así».

Dillom en el Luna Park de 2024. Foto Emmanuel Fernández
Y agrega: «Mientras estaba haciendo los temas nuevos, que era muy distintos a los anteriores, pensaba podía no gustarle a los que buscan algo similar a lo de antes. Realmente lo saqué con mucha intriga por la respuesta de la gente, y nunca esperé el recibimiento y toda la repercusión que tuvo, todo el alcance, los lugares adonde fuimos y los premios. Fuimos a Miami, a los Grammy, por más que quizás espiritualmente no vayan tanto con nuestra construcción y nuestras creencias, pero son plataformas a gran escala donde nunca pensamos llegar a a participar».
-El poder de convocatoria creció incluso en Madrid: el año pasado tocaste en un rock club como La Trinchera, y hace diez días tocaste en la Puerta del Sol ante miles de personas, gratis.
-Sí. Estuvimos gratis ahí en el medio de Madrid, en el festival de la Hispanidad. La verdad es que el disco nos ha abierto muchísimas puertas y hemos tenido un crecimiento muy grande en todos los sentidos.
-¿El show en Vélez cierra el ciclo de Por cesárea, o todavía quedan compromisos pendientes para el verano?
-Un poco el cierre formal del disco era el Vélez en septiembre, pero ahora más todavía, porque se pateó la fecha hasta fin de año. Entonces es realmente el último show del año y de esta gira; simbólicamente va a ser el cierre de toda esta etapa, auqnue obviamente hasta que salga el próximo disco habrá shows, compromisos y cosas que que se van cerrando.

Dillom con Lali en el primer Movistar Arena de «Por cesárea». Foto Martin Bonetto
-¿Pudiste disfrutar de todos estos últimos 18 meses, o hubo momentos de demasiada locura e intensidad?
-¡Disfruté como loco! La verdad es que han sido los mejores años de mi vida. Vivimos cosas increíbles y fue un constante delirio total, de no poder creer como cada vez subía más arriba por escalones impensados.
-Ahora viene el desafío de cranear el próximo.
-Sí. Por suerte ya lo tenemos bastante avanzado y estamos muy entusiasmados por esos nuevos desafíos que se vienen con el siguiente disco. No hay fecha de un primer single siquiera, porque me gusta jugar las cartas cuando ya tengo toda la mano repartida.

Dillom en la terraza de galería Ruth Benzacar. Foto Victoria Gesualdi
-¿Tuviste algún descanso? En días de semana te vi pasando música en Camping.
-Tuve mi descanso y de hecho ahora vengo de Islandia. Tengo mis momentos breves de descanso, pero igual disfruto y me gusta estar activo. Si tengo mucho descanso, me empiezo a desanimar y desmotivar, porque me gusta estar todo el tiempo haciendo cosas.
Jugar con el amor/odio de las redes
Durante el último año y medio, Dillom también generó enormes polémicas en shows como el Quilmes Rock, por modificar la letra de su tema Buenos tiempos, cambiando la frase «el día que muera, moriré en mi ley» por «el día que muera, morirá Milei». Antes había encarado en un avión a un troll que lo estaba criticando en redes desde otro asiento. Y en el último Cosquín Rock, así como en 2024 insultó al ministro de economía, defendió a María Becerra de las críticas del presidente.

Dillom en elf estival Quilmes Rock 2025. Foto Emmanuel Fernández
«Han pasado muchas cosas -comenta- no sé si escandalosos, pero polémicas. Decidí en ciertos momentos involucrarme y dar mi forma de ver ciertos sucesos, lo cual obviamente me puso en el foco de ciertas discusiones y entré en el radar de audiencias que no me conocían o tenían indiferencia sobre mí».
-Es un juego difícil de manejar.
-Sí. Por un lado, si bien detrás hay gente que te ama y te banca, si uno vive de esa exposición y termina trayendo público, te trae gente que te odia y es la contracara. Por ahora me siento cómodo jugando. Ese juego no me afecta tanto a nivel personal y también aprendí a generar un poco un desapego, de marcar una línea entre esas dos cosas.
El lujoso libro de fotos
Al ser consultado sobre el origen de su sociedad creativa con Andy Capasso, con quien hizo el libro de fotos de Por Cesárea, Dillom sonríe y dice que es una gran historia:

El libro «Por Cesárea». Foto de prensa.
«Empezamos hablado por Instagram cuando yo había sacado uno o dos temas, en 2018. Un día fui de vacaciones a Posadas, porque tengo familia allá, y justo él me dijo que estaba cerca, en Concepción de la Sierra. Le contesté el mensaje y después nos vimos en un pool-karaoke. Empezamos a charlar, buena onda, nos cagamos de risa y quedamos juntarnos para cuando volvamos a Buenos Aires los dos. A partir de ahí empezamos a hacer cosas juntos».
Al rato, en la galería Ruth Benzácar donde hicieron la presentación, Andrés Capasso cuenta: «Todo esto nace cuando hicimos un camp creativo para para entender cómo plasmar lo que el disco nos trajo a nivel musical. Nos dimos cuenta que hacer el videoclip y la tapa de álbum no iban a ser suficientes, así que surgió el primer puntapié para jugar con esto».

Dillom junto al director creativo Andres Capasso. Foto Victoria Gesualdi
El diseñador y fotógrafo lleva todos estos años trabajando en diseños, escenografías y tapas de Dillom. Y comenta que estuvo en varias sesiones de la grabación del disco porque también son grandes amigos. «Dylan siempre tuvo la idea que tenga una carga visual bastante potente. Era un desafío, pero tiene facilidad para descontracturar y relajar bastante en el proceso».

Una de las fotos del libro «Por cesárea», que Dillom realizó con Andrés Capasso. Foto de prensa
La idea fue ser menos literal que un videoclip, y reflejar las texturas y vacíos que quedan flotando en el disco. «Con este universo de fotos -dice Andy- pudimos abrir un poco la cancha de ese tipo de de sensaciones».

Otra de las fotos del libro «Por cesárea», que Dillom realizó con Andrés Capasso. Foto de prensa
El resultado incluye apenas un par de retratos convencionales de Dillom, y el resto tiene una gran carga onírica, desde una página llena de muelas hasta un carrete de hilo hecho con pelo. «Mi favorita -cierra Capasso- es una donde está saltando, como cayéndose en movimiento, y no se entiende bien si está colgado o qué».

Una de las fotos favoritas de Andrés Capasso del libro «Por cesárea», que realizó con Dillom. Foto de prensa
Fuente: Clarin