El fotógrafo de la tapa de Clics Modernos de Charly García repasa sus 50 años retratando músicos, viajes y experiencias asombrosas
Uberto Sagramoso comenzó su carrera desde muy joven, dedicándose al fotoperiodismo, la cobertura de recitales y la realizaciónd e portadas de discos. Integró el staff de la legendaria revista Expreso Imaginario y luego decidió viajar y vivir en distintos países de Latinoamérica, hasta radicarse en Nueva York, donde vivió durante 24 años, ampliando su trabajo al mundo de TV y cine. Actualmente vive en la Patagonia, más precisamente en El Bolsón.
Veinte años atrás, publicó su primer libro, Era solo rocanrol, centrado en el rock, pero ahora lanzará en apenas unos días una obra llamada Personajes, que muestra todas sus facetas y que saldrá gracias a una heroica producción independiente.

Uberto Sagramoso, cámara en mano, durante uno de sus viajes por Latinoamérica. Foto de prensa
Según describe el propio Sagramoso en la introducción, «Las imágenes que componen este libro fueron tomadas durante los últimos 50 años, desde que comencé mi actividad como fotógrafo. Muchas fueron publicadas en medios de distintos países, otras fueron parte de proyectos personales que -sin saberlo en ese momento- estaban destinadas a este volumen. Representan un mundo que ya no existe, aunque nos siga influenciando, y son un pequeño legado de la época que nos tocó vivir».
El recorrido de Personajes abarca varios capítulos con títulos como Los Conocidos (por ejemplo Carlos Monzón, Leonardo Favio, Jorge Luis Borges y Allen Ginsberg), Los de la Calle («seres anónimos que senos cruzan en el camino»), Rubias de New York (fotografías que reflejan el espíritu de libertad de las mujeres, aunque a veces no sean rubias o pertenezcan a otros géneros), El sonido urbano (músicos callejeros), La Guerrilla Maya (durante la guerra civil de los años’80 y ’90 en la frontera deMéxico con Guatemala), y Los Músicos.

La tapa del nuevo libro de fotos de Uberto Sagramoso, «Personajes».
Como bien dice el poeta, periodista y escritor Pipo Lernoud en el prólogo, «Todos somos personajes del tejido humano y nuestras vidas penden de un hilo, en un mundo que arde. Porque una guerra civil o un incendio pueden estar cerca de casa. Pero también podemos estar a la vuelta de una maravillosa experiencia musical o de los encuentros inesperados en la gran ciudad. Y ahí estará Sagramoso retratando el momento”.»
La presentación de Personajes será a través de un Instagram Live el 8 de noviembre a las 20 horas en su cuenta oficial (@sagramoso_), que incluye un link a la editorial Curtiembre Libros.
Una vida en fotos
Antes de su conocido debut en la revista Expreso Imaginario, Uberto Sagramoso había formado junto a Lernoud y Lucas Chiappe una pequeña agencia de prensa independiente llamada Chaski, a través de la cual vendían notas a diferentes países de Hispanoamérica. «Yo fui era periodista antes de ser un fotógrafo profesiona», aclara en una charla telefónica desde el Sur.

Jorge Luis Borges, retratado por Uberto Sagramoso en los años ’70. Foto de prensa
-¿Viajaste por Latinoamérica antes de radicarte en Nueva York?
-Sí. Tuve distintas etapas en Latinoamérica, y en realidad llegué a Nueva York de casualidad porque estaba viviendo en México y viajé para comprar equipos de estudios para montar un estudio fotográfico y de publicidad con un amigo. Y bueno, nunca volví porque la ciudad era dura pero era una fiesta. De pura coincidencia conocí a un tipo que trabajaba en una editorial y justo buscaba un fotógrafo, así que me quedé.
Estuve 24 años en New York y siempre seguí con la foto fija porque es mi pasión y andaba con mi cámara por todos lados, pero en los últimos años me centré más en televisión, haciendo documentales para canales de cable como Discovery Channel, que justo crecieron mucho en los años ’80 y ’90.
-¿En el medio hiciste viajes como el de la selva?
-Sí, porque también hacía mis propios proyectos. Me interesó mucho la guerra civil en Guatemala e hice algunos viajes ahí a la zona. También visité México y Colombia, ya que basado en New York uno recorre bastante de los países cercanos.
-El último gran viaje fue de Nueva York a El Bolsón?
-Decidí volver a Argentina después del 2001, cuando cambió mucho no solo New York sino el mundo entero. De golpe decidí volver a fines del 2003 y me quedé un año en Buenos Aires. Pero después de estar tanto tiempo en Nueva York es muy difícil vivir en otra ciudad, porque sentís que retrocediste, aunque se trate de París o Londres. Siempre tuve una pasión por la Patagonia, desde los años ’70, y tenía muchos amigos que habían elegido vivir acá en el Sur. Mi mujer de ese momento tenía una chacra y decidimos instalarnos allá.

La siempre pícara sonrisa de Horacio Fontova, amigo y compañaero de viaje de Uberto Sagramoso. Foto de prensa.
-En cuanto a la fotografía, viviste todos los cambios de formatos, desde revelar a mano hasta lo digital.
-Sí. Mi pasión por la fotografía empezó por esa cosa del cuarto oscuro con las luces rojas, desde muy jovencito, y me fui metiendo por eso. Después la tecnología fue cambiando mucho y lentamente se fue yendo a lo digital, aunque creo que al final del día es lo mismo porque es solo una herramienta. Si vos tenés el concepto en tu cabeza de lo que querés, debés usar una noción básica de encuadre fotográfico y de utilización de la luz y todo eso, no importa que sea analógico, digital o lo que vendrá.
-El libro presenta retratos tanto a famosos como a gente anónima.
-Siempre se dice que el retrato fotográfico es algo bastante clásico dentro de la fotografía, y uno se las ingenia para demostrar en un segundo algo más que la apariencia meramente física. A veces, detrás de una foto se cuela la personalidad de la persona, su modo de ser, la actitud frente a las cosas. ¡Me apasiona mucho esto de la gente, más allá de que sea un famoso o no! Otros fotógrafos se dedican más a la cuestión paisajista y a veces hago ese tipo de cosas. Pero para mí la cuestión humana siempre fue lo más interesante.

Julio Bocca en Nueva York, por Uberto Sagramoso. Foto de prensa
-Tu libro anterior, en cambio, era todo con rockeros.
-Sí. Cuando era joven pertenecía a esa generación donde fuimos adolescentes en los años ’60 y ’70. Crecimos escuchando blues y rock y durante muchos años fue lo que a mí más me interesaba, aunque hice de todo. Me gustaban las cosas afuera del rock, pero culturalmente fue siempre lo que me gustó. Ese libro en realidad nació de coincidencia, porque hace muchísimo que no veía ninguna de esas fotos, y de pronto me encontré todos los negativos viejos. Empecé a la noche a copiar todo, casi como diversión, y a la mañana arrancaba con el trabajo con sonidistas y asistentes de producción. Muchos veían las fotos colgadas y les gustaba mucho, así que de golpe tenía un material que todo el mundo le gustaba mucho, así que decidí hacer el libro.
La famosa foto de Charly
Si bien Uberto tiene una cantidad de obra realmente inmensa, para la mayoría de la gente es «el de Clics modernos«. Al respecto, reflexiona: «Es curioso cómo se dan las cosas en la vida, incluso las coincidencias. Yo pasé por esa esquina durante años y nunca le di ninguna importancia, más allá que pensar alguna vez que sería bueno para fotografiar a un grupo punk. Años después apareció Charly con la idea de hacer algo con graffitis, así que ya tenía la locación perfecta».

La icónica foto del disco «Clics modernos», de Charly García, realizada por Uberto Sagramoso muy cerca de su casa en Chinatown. Foto de prensa
-¿Te imaginabas que podía convertirse en una foto tan emblemática?
-A mí me encantaba cuando venía Charly, porque todavía no había Internet y él traía noticias que me conectaban con el país y revivía un poco los amigos del pasado y yo me divertía mucho. Nunca pensé que que esa foto iba a causar tanto revuelo. Hasta el día de hoy propongo algún proyecto y siempre me hacen una referencia a eso.
-Para terminar, contanos sobre la presentación virtual del libro.
-Es una propuesta un poco novedosa que estamos elaborando con un par de amigos, porque es un proyecto independiente y la distribución también es independiente. Por eso vimos que lo mejor era armar una página web y presentar el libro ahí. También habrá un link para ver más imágenes y saber más acerca del libro.
Vivimos en una época tan loca que uno hace una presentación tradicional y van 40-50 personas. En cambio un posteo en Instagram puede tener cientos de miles de visitasm así que cambió toda la ecuación. Además, viviendo en la Patagonia, estoy un poco aislado, así que me pareció que esto era lo ideal.
Fuente: Clarín

