Guns N’ Roses en Argentina: entre una catarata de clásicos rockeros y la devoción de un público fiel
Los Guns N’ Roses volvieron a jugar de locales el viernes por la noche en la cancha de Huracán. De todas sus visitas a la Argentina, la de anoche fue su primera vez en el Tomás Adolfo Ducó (hoy tendrán su segundo show) y una cosa quedó clara: sea el estadio que sea, el público argentino lo va a llenar.
La legendaria banda liderada por Axl Rose, Slash y Duff McKagan hizo gala de un sonido potente de la mano de hits que ya desde hace mucho tiempo son clásicos del rock de todos los tiempos.
En 1992 Guns N’ Roses llegó por primera vez a la Argentina y dio dos shows para el recuerdo en el estadio de River Plate. Ese fue el primer capítulo en la historia que une a la banda con el público argentino, un amor marcado a fuego e inquebrantable que anoche sumó un nuevo pasaje en su historia.
Pasadas las 20:45hs de la noche del viernes (y tras el show apertura de Catupecu Machu), las luces del «Palacio Ducó» se atenuaron, las pantallas comenzaron a mostrar una serie de animaciones y el público ya estaba preparado. Antes de lo esperado la banda saltó sobre el escenario para brindar lo que sería un show de casi 3hs compuesto por más de 25 canciones.

Guns N’ Roses
Todo comenzó con «Welcome to the Jungle», una bienvenida acorde para un show de semejante calibre. La seguidilla continuó con «Mr. Brownstone», «Bad Obsession» e «It’s So Easy» para dar pasó a la emblemática canción que formó parte de la banda sonora de Terminator 2: «You Could Be Mine».
Con «Live and Let Die» (de Wings) llegó el primer cover de la noche, uno de esos que ya los Guns hicieron propios. Luego llegó «Pretty Tied Up» directo de su disco «Use Your Illusion I» para más tarde dar paso al homenaje a Ozzy Osbourne con una versión de «Sabbath Bloody Sabbath».
La lista siguió con «Yesterdays», «Absurd» y la mágica e hipnótica «Estranged», dónde Slash se lució (cómo durante toda noche) con el sonido único de su guitarra.

Guns N’ Roses
«Olé olé olé Guns» fue el cantico que más sonó durante la noche, el aliento que sirvió como combustible para una banda que completan con Richard Fortus (guitarra rítmica), Dizzy Reed (teclados), Melissa Reese (teclados) e Isaac Carpenter (batería).
La noche continuó con una mezcla de clásicos, hits y algunas gemas cómo: «Hard Skool», «Knockin’ on Heaven’s Door» (el tema de Bob Dylan siempre es una invitación a corear), «Chinese Democracy», «Don’t Cry», «Double Talkin’ Jive», «Rocket Queen», «This I Love» y «Civil War».
Promediando el show llegó el turno de los megahits «Sweet Child O’ Mine» y una tremenda versión de «November Rain». Antes del gran final hubo lugar para «Wichita Lineman» (cover de Jimmy Web), «Street of Dreams» y «Human Being» de los New York Dolls. Finalmente con «Nightrain» y «Paradise City» los Guns cerraron la primera noche de su octava visita al país.

Guns N’ Roses
Fue un show a la altura de la leyenda de quiénes alguna vez fueron conocidos como «la banda más caliente» de Los Ángeles, un show dónde poco importó que la voz de Axl a veces no llegué a las notas de juventud. Fue el sonido de esos clásicos atemporales y la entrega que tiene el trio fundacional compuesto por Slash, Duff y el propio Axl cada vez que pisan un escenario. Eso es lo que la gente quiere ver y escuchar una y otra vez.
Fuente: Ámbito