Literatura infantil e ilustraciones, la nueva muestra del CAC Chateau

El pasado viernes 16 de agosto a las 16.30 horas, el Centro de Arte Contemporáneo Chateau (CAC) abrió sus puertas a “Antojolías… Literatura para la infancia, territorio para la diversidad…”una muestra pensada especialmente para los niños, pero con material imperdible para los adultos. Hasta el 6 de octubre las salas del complejo ubicado en el Parque del Chateau exhibirán libros, ilustraciones y los caminos que han permitido el cruce de la literatura infantil con el lenguaje visual.

Para la exposición, la dirección del museo, a cargo de Juan Pagano, convocó a los responsables del Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil (CEDILIJ), la ONG que alumbró en los albores del retorno a la democracia y que desde 1983 trabaja sin pausas para tratar que todos los chicos accedan al milagro de los libros, y de esas historias únicas e insustituibles que nadie más puede regalarles.

Respecto a Antojolías…Mariano Medinaelpresidente del CEDILIJ, descuenta que “para el visitante va a ser un disfrute a nivel de belleza plástica”, y avanza sobre las intenciones de la organización. “Hemos querido tener dos ejes; uno es mostrar la diversidad estética que se presenta hoy en los libros para niños, y además compartir algo de nuestro trabajo de investigación que siempre tiene un eco en la mediación, porque no investigamos solo para hacer artículos, sino que el producto tiene su eco, su traspaso, en el trabajo con niños”.

De la muestra van a participar 32 artistas, entre los que hay algunos que la gente no asocia con la literatura infantil, como Crist y además serán homenajeados dos grandes ilustradores que fueron diseñadores: Miguel de Lorenzi, el querido Cachoíto que el país conoció por sus ilustraciones en La Voz del Interior, y Víctor Viano.

Los dos son de la misma generación y participaron del primer equipo creativo de los SRT. Miguel se quedó en Córdoba, donde falleció hace poco y fue una persona muy reconocida. En cambio, Víctor Viano se fue del país y se mantuvo en el extranjero. Se lo conoce de nombre y por sus ilustraciones en un libro fundamental, La Torre de Cubos de Laura Devetach, que es una de las obras emblemáticas de la literatura infantil de habla hispana, por su calidad y porque fue uno de los libros prohibidos por la dictadura. Medina recuerda que uno de los motivos esgrimidos por los censores de entonces fue el “exceso de imaginación”, un fundamento casi increíble.

“Esas imágenes del libro se han repartido mucho por la web –apunta el titular del CEDILIJ- pero nadie conoce otras cosas de Viano que en la muestra vamos a ofrecer y que la gente va a poder ver por primera vez”.

Artistas como Rosa González, Jorge Cuello, Cecilia Alfonso Esteves y Liliana Menéndez, por trayectoria, han sido invitados a tomar una sala. Habrá un sector dedicado a la investigación, que será un espacio para las curiosidades y donde los organizadores establecerán una confluencia poética entre María Elena Walsh y Atahualpa Yupanqui.

Letras voladoras

Luis Paredes es uno de los expositores. Asegura que su principal fuente de inspiración son sus hijos. Quienes acudan a la muestra podrán disfrutar de relatos sobre la génesis de “Ave-sedario”, el libro que le hizo para que aprendiera a leer. “Le escondí las letras dentro de pájaros”, revela el autor también del libro “Abril y Patricio”.

Abril, cuenta Luis, es su hija y el libro es la historia de una nena que conoce a un dinosaurio (y viceversa) y en ninguno de esos dos mundos les creen que existe el otro. Toda la narración está hecha solo con dibujos, sin textos.

Más cerca

Lo especial de la muestra “Antojolías…” no pasa exclusivamente por el material expuesto, sino por el entorno. Sucede que desde la habilitación del Parque del Chateau y la finalización de los trabajos de la Circunvalación que facilitan los accesos al sector, la concurrencia de visitantes a la zona ha alcanzado niveles inesperados.

Pagano asegura que “ha habido una explosión tan grande de participación, que se nos quemaron los libros y estamos reescribiéndolos”. Es que hasta hace poco el CAC, que tiene una existencia de más de 30 años, era una sala con prestigio, pero algo alejada de la atención del público masivo y ahora todo cambió tras la apertura del parque.

Son 14 hectáreas con juegos infantiles, áreas de servicio, iluminación, vigilancia, baños limpios y bar, veredones coloridos y bancos, y todo el conjunto se recuesta sobre un bosquecito. “En medio de ese espacio, el CAC te proporciona un servicio más, que es la posibilidad del goce estético y propuestas para reflexionar”, señala Juan Pagano.

El hecho de que exista un público aluvional “también nos ha traído unos retos enormes porque lo usual es que los museos no sean sitios tan concurridos”.  Y a las pruebas se remite el director para graficar la transformación que ha sufrido la sala. Durante la muestra del fotógrafo Mick Rock que, es el que le dio identidad visual a Queen, pasaron 30.194 personas. “Para que se den cuenta, es la mitad del Estadio Mario Alberto Kempes que en dos meses pasó por el museo”.

Horarios

El Centro de Arte Contemporáneo Chateau puede ser visitado de martes a domingos de 12 a 19 y también los feriados. La entrada es de 50 pesos, pero no se les cobra a los menores de 18 años ni a jubilados y pensionados. Y los miércoles es gratis para todo el mundo.

La exposición podrá ser visitada en los días y horas indicados hasta el 6 de octubre. Los responsables del CAC advierten que hay que estar especialmente atentos a eventuales modificaciones los días que hay partidos en el Mario Alberto Kempes.

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