Miguel Cantilo presentó su libro-disco “Corazón Acústico”

El legendario artista del rock Miguel Cantilo presenta Corazón acústico, su nuevo material discográfico y literario, integrado por quince canciones inéditas, la mayoría de las cuales fueron compuestas o terminadas durante el proceso confinatorio del año 2020. 

Dice Miguel Cantilo: “Este álbum representa un viejo desafío que tenía pendiente con mi actividad: la grabación de un álbum prácticamente sin el contexto de banda -a pesar de que alternativamente figuran todos los integrantes de mi grupo- y con el eje puesto en las canciones, las letras y la intimidad, sin excluir para nada la presencia de temas rockeros. 

Con respecto al contenido he querido exponer mis actuales convicciones, mi modo de ver lo que está pasando en el mundo y cómo se relaciona con los individuos.

Hay un claro intento de elogiar la introspección como forma de enfrentar el abuso invasivo de los poderes fácticos y la alienación provocada por el exceso de falsa información. Hay canciones evocativas sobre el nacimiento de rock local, combativas en modo antibélico o contestatario, y semblanzas de un argentino en el exterior. Aunque también el amor es protagonista en canciones dedicadas al recuerdo de mi madre (con la intervención vocal de mi hermana María José), de mi padre y de mi actual compañera de vida.
Como curiosidad, las letras están manuscritas “a pluma”, en homenaje a la recordada pluma cucharita con que comenzamos a escribir en la primaria aquellos de mi generación”.

Corazón acústico – Ficha técnica:

Grabado durante 2021 en Estudios Lirón
Música y letra: Miguel Cantilo 
Producido por Anael Cantilo
Técnico de grabación y mezcla: Anael Cantilo 
Diseño: Pablo Miñarro 
Ilustración de portada, contraportada y “El Todo”: Kubero Díaz 
Fotos de Miguel Cantilo: Laura Tenembaum

Participan de esta grabación: Miguel Cantilo, guitarra acústica, armónica y voz; Leandro Ragusa, bandoneón; Facundo Guevara, percusión; Federico Pernigotti,  guitarra acústica de 12 cuerdas: Federico Pernigotti; Andrés “El Niño” Ollari, trompeta; Anael Cantilo, bajo; Pablo León “Matu” Maturana, batería; Álvaro Suárez Vázquez, corno francés; Carlos Casalla, percusión; Arno Stepanyan, duduk; Jacqueline Oroc, cello;  Sufian Cantilo, teclados; Kubero Díaz, guitarra acústica solista y guitarra de 12 cuerdas; María José Cantilo, voz; Patricio Prado y Miguel Cantilo, coros. 

Miguel Cantilo acepta que muchas de sus canciones de los años 70 describían situaciones que siguen repitiéndose, como si el tiempo no hubiera pasado. Algunas de esas canciones son “Apremios ilegales”, sobre el mal accionar de la policía, “Padre Francisco”, sobre un cura que no se atreve a actuar con conciencia social, y por supuesto, el hit de la canción de protesta argentina, “La marcha de la bronca”.

“Alguien me dijo que una vez que Alberto Fernández escribió las diferencias entre el padre Francisco de la canción y el Bergoglio que aún no era el papa Francisco, y por supuesto Fernández aún no era presidente”, cuenta un Miguel Cantilo recién llegado de España, donde reside. En una larga charla con este diario habló de todo, los pormenores de su larga carrera, las persecuciones y su nuevo disco-libro “Corazón Acústico” que presentará en vivo este martes 21 de diciembre en el club Be Bop.

“El rock argentino no tenía mucho interés en la política”, asegura Cantilo, por eso nosotros llamábamos la atención en ese sentido. Almendra era algo más abstracto o surrealista, y Manal podía tener un sentido más social, pero nunca político, A nosotros, Pedro y Pablo, nos interesaba la política aunque nunca nos embanderamos. Escuchábamos mucho los Beatles, y obviamente el modelo de donde sacamos el formato de dúo, y luego vendrían Sui Generis, Pastoral o Vivencia, surgido de Simon & Garfunkel”.

“Pero también nos influyó el folklore”, continúa Cantilo. “Estaba el Dúo Salteño, que tenía arreglos del Cuchi Leguizamón y que dejó huellas en la manera en que metíamos las voces Jorge Durietz y yo. Pero lo cierto es que al principio éramos mas baladistas que rockeros, ya que veníamos del ambiente del café concert, como María Elena Walsh u Horacio Molina. Por eso a nosotros nos gustaban los arreglos más populares que había hecho Jorge Calandrelli –luego nominado al Oscar por la película “El tigre y el dragón”- porque era el sonido de la Argentina de la época, 1970. Calandrelli tenía mucho swing y levantaba mucho las canciones con sus arreglos, pero después cambiamos totalmente el sonido con el siguiente, ‘Conesa’”.

Justamente, “Conesa” es un disco clave del rock argentino por canciones como la furibunda “Apremios ilegales”, el ya mencionado “Padre Francisco” o la primera canción rockera con claras referencias sexuales, “Catalina Bahía”, pero el sonido surgió de la censura, tal como cuenta Cantilo: “Ya empezamos a tener problemas en la CBS cuando dijeron que ‘Catalina Bahía’ era impublicable por que pensaban que era directamente pornográfica, aunque para nosotros era una letra metafórica, poética, realmente linda, erótica como podía serlo una pintura de Dalí. Pero para la CBS era inaceptable, y entonces también tuvimos problemas con un single, ‘Pueblo nuestro que estás en la tierra’, que si salió editado, sólo que ninguna radio se atrevió a pasarlo. Había muchas maneras en las que actuaba la censura. Así que de pronto decidimos irnos a otro sello, Trova, donde estaba un autentico héroe, Alfredo Radoszynski, que había contratado a grandes como Piazzolla y Les Luthiers, y que nos daba total libertad creativa, para mí era un genio. Y había un gran ingeniero de sonido, Luis Piriz, y ahí logramos un estilo nuevo, mucho más rockero.

Era 1972, y había relativa libertad, cuando compusimos “Padre Francisco” todavía no había tanta violencia, y de hecho a nadie se le podía pasar por la cabeza que iban a boletear a un tipo como el Padre Mugica. En realidad tanto tiempo después da bronca ver que muchas situaciones que describíamos y por las que protestábamos siguen igual que antes, no sólo en la Argentina sino en todo el mundo. Hace poco nos pidieron ‘La marcha de la bronca’ para Colombia, para apoyar las protestas callejeras”.

Avanzando la década del 70 las cosas se fueron poniendo más feas, y pronto Cantilo y muchos de sus colegas empezaron a ser perseguidos por el establishment: “al principio uno se acostumbraba a que te persiguieran y te la hicieran difícil por el pelo largo y por fumones. Antes del 71 la marihuana y el ácido lisérgico eran cosas casi inconseguibles y que en realidad daban un poco de miedo y pocos se atrevían a probarlos. Pero luego del 71, en la escena del rock, el que no fumaba porro era considerado un tarado. A veces aparecía un porro muy bueno, y abría la percepción y nos gustaba mucho para escuchar música de otro modo. Pero también había cosas raras como que lo orinaban para curarlo con amoníaco, una porquería”.

“Desde ya”, prosigue, “después empezaron las persecuciones por temas ideológicos y se complicó. Nunca tuve miedo por mi vida, pero si estaba claro que así no iba a poder trabajar, de modo que me fui, primero a Colombia, donde mi hermano mayor hacia jingles publicitarios, y luego a España. Ahí me junté con viejos amigos de grupos como La Cofradía de la Flor Solar, donde estaba Kubero Díaz, que había tocado en ‘Conesa’ y que ahora ilustra la portada de mi nuevo álbum ‘Corazón Acústico’. En España estábamos muy cerca de Inglaterra y empezamos a escuchar el punk y el new wave, me encantaban los Pretenders, Blondie y algunas cosas de los Sex Pistols. Así que armamos un grupo totalmente adelantado para la Argentina, Punch, y volvimos para editar dos discos y hacer shows, todos vestidos con trajecitos a la moda. Hubo temas que cobraron vida propia, por ejemplo ‘La gente del futuro’ pero lo cierto es que no pasó mucho con Punch. Me acuerdo que fuimos a Córdoba y nos dijeron “che, ¿no vas a tocar cuarteto?”. Pero claro, pronto terminó la dictadura militar y de golpe había miles de personas que querían escuchar a Pedro y Pablo y ‘La marcha de la bronca’. Yo no podía creerlo, la gente se acordaba de nuestras canciones a pesar del tiempo que había pasado!”.

Para Miguel Cantilo el auge que volvió a tener el rock argentino después de la dictadura no tuvo nada que ver con la prohibición de Galtieri de no pasar música en ingles en las radios: “la censura nunca lleva a nada, y si el rock en español volvió con todo fue porque es música pulenta de verdad, y la gente nunca había dejado de escucharla y cada vez quería más. Por supuesto, luego vinieron nuevas modas y nuevos grupos y con Durietz nos fuimos distanciando, aunque cada tanto, si la cosa da, nos juntamos y hacemos algún disco, como el reciente ‘Unidos por el cantar’. Yo ahora vivo en España, con mi pareja que es catalana, y pasé la cuarentena en las afueras de Madrid, muy encerrado y grabando este ‘Corazón acústico” que era un proyecto soñado, todo basado en la guitarra y las voces con un músico invitado en cada tema para incluir una trompeta, un bandoneón o percusión. Vine para editarlo acá y presentarlo en vivo en Bebop el 21 y en una minigira por el interior. Estaré en Córdoba, Misiones y Salta”.

Por último le preguntamos a Miguel Cantilo que música escucha ahora y qué piensa de la cultura de la cancelación. “Escucho rock, jazz y tango, pero no me preguntes qué es el trap, lo respeto pero no sé bien qué es. Luego es verdad que un tema como ‘Catalina Bahía´, que fue censurado en su época, podría volver a ser cancelado ahora por ese mismo contenido sexual, pero tendría que ser en un contexto muy brutal, ojalá eso no suceda”.

Fuente: Ámbito

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