Rock en Baradero, el festival que fundió el río, la historia y el pogo en un solo lugar

Una vez más, la cultura que abraza lo ancho y alto del país se fugó a la ciudad balnearia para presenciar uno de los festivales más importantes a nivel nacional. En sus ocho años de vida, Rock en Baradero logró construir una narrativa mítica y popular que juega entre el caos y la calma de una historia musical inagotable. La argentina. 

«Siempre fue el recital de los pobres», dijo irónicamente un joven que cargaba al hombro su bandera de Ranelagh, una pequeña localidad de Berazategui. Lo cierto es que aunque subieron los precios, él y miles de fanáticos tuvieron la posibilidad de acceder a una grilla completa y versátil de artistas a pocos kilómetros de la Capital Federal.

Y si bien la distancia es corta (150 km), el panorama parece cambiar por completo: un río atraviesa toda la ciudad y la tranquilidad del verde es predominante hasta su llegada. Luego, el rock toma las calles, las esquinas, las plazas, los campings, los asados, los puestos de comida, la fila de los kioscos, la orilla del río, y sí, también el Anfiteatro.

La paz de Baradero es arrasada por la música, pero principalmente, celebrada. Un contraste necesario que le puso el ojo a los nuevos artistas y mantuvo intacta la esencia de bandas que fundaron la historia del rock nacional.

«Desde que vino La Renga a Baradero, la ciudad creció», aseguró un fanático que celebró encontrar más locales y cajeros en el lugar. Tal vez sea imposible que el rock no transforme, si todo rock es político.

Día 1 en Baradero: Kapanga, No Te Va a Gustar, El Kuelgue, El Mato y más


El viernes 7, un sol otoñal recibió a un centenar de micros y vehículos. La edad no era limitación en absoluto. Todas las generaciones, con variados destinos musicales, se preparaban para el primer día de Rock en Baradero.

A las 15 horas, el Anfiteatro abrió sus puertas: dos escenarios dentro del predio y un tercero que se encontraba a la orilla del río para los primeros artistas del line-up.

Desde la apertura con Simpático Cabrón y su traspaso a Los Tabaleros, las bandas no dejaron de sonar y el intercambio fue inmediato: cada artista le daba lugar al siguiente y, en menos de un segundo, comenzaban a sonar en el otro escenario (Este – Oeste). La música y el sonido era primordial.

Cruzando el Charco en Rock en Baradero, día 1.

Así siguió el cantante español Muerdo y luego Cruzando el charco, la banda de rock platense que hará su primer Luna Park el 30 de septiembre. Ya con el atardecer, llegó el turno de Emmanuel Horvilleur, quien abrió un clima funk y popero con bailes y coros icónicos como «dónde están esas radios modernas» o «Jugo», un rap de de Illya Kuryaki & The Valderrama. Sin duda, uno de los más distinguidos en la tarde. 

Emmanuel Horvilleur

Acto seguido, apareció Kapanga. Tras una entrada épica desde las torres de sonido del escenario, la gente enloqueció con los pogos históricos de la banda y la fiesta fue indiscutida. Incluso, dio lugar a un pogo de mujeres como parte de la iniciativa del colectivo feminista «Un paso atrás, no me toques», compuesto por fanáticas del rock.

Tras finalizar con el «Mono relojero» y anticipar lo que será el gran show por los 25 años de su primer disco «A 15 cm de la realidad», el festival abrió paso a un nuevo clima donde volvieron a mutarse la calma habitual de Baradero con la música emergente, y viceversa.

El evento se transformó a un rock más «alternativo» con nuevos artistas en auge: el grupo platense El Plan de la MariposaConociendo Rusia con temas como «30 años», «Cabildo y Juramento» y «Quiero que me llames»; y El Kuelge, quien cerró el bloque con un gran show musical y teatral donde interpretó «Natación», «Circunvalación», «Avenidas», entre otros.

Sin duda, uno de los momentos más esperados por el público fue la presentación de la icónica banda uruguaya No Te Va a Gustar , quienes hicieron un amplio recorrido por su carrera musical.

No Te Va a Gustar en Rock en Baradero, día 1.

Por último, Coti y El Mato a un Policía Motorizadoun pasado que demostró estar más presente que nunca y luego, un indie rock para culminar una velada perfecta donde la Luna Llena también fue protagonista. 

Día 2 en Baradero: Las Pelotas, La Vela Puerca, Eruca Sativa, Nonpalidece y más


Casi con el mismo clima ideal, arrancó el sábado con un notorio aumento en la cantidad de gente. Para ese entonces, el rock lo había tomado todo por completo y las filas para ingresar al predio se hicieron más extensas.

A su vez, en la entrada continuaron los shows de circo y acrobacia, las performance de muralistas y pizzarras donde cada fanático podía dejar un mensaje antes de ingresar al predio. Arte colaborativo y constante.

El predio abrió con Coverheads y luego Jovenes Pordioserosla emblemática banda de rocanrol nacida en los 90 interpretó clásicos como «Lobo», «100% Pordiosero» o «Descontrolado». Si bien la jornada inició con todo, los primeros artistas no llegaron a tocar la totalidad de su show según el cronograma. 

Ya por la tarde, fue el turno de Cielo Razzo Pier, quienes invitaron a Juanse a cantar al escenario. Él también fue otro de los artistas que hizo saltar a una gran cantidad de fanáticos conviejos clásicos como «Rock del pedazo», «Sigue girando» y «Cansado». 

Juanse en Rock en Baradero, día 2.

Luego, Eruca Sativa descoció el escenario con un hard rock que atravesó el anfiteatro por completo, al zapar y reversionar sus mayores hits entre los que se encuentran «Magoo», «Sorojchi» o «Amor Ausente». Minutos después, Nonpalidece creó un ambiente ideal con su histórico reggae, sumado a un icónico «Muchachos…» que hizo temblar el predio.

Nonpalidece en Rock en Baradero, día 2.

A las 21 horas, La Vela Puerca hizo lo propio y arrancó la lista como en sus últimos recitales: con una seguidilla de los temas de sus últimos discos, Discopático y Erase, para finalizar con una media hora de grandes pogos e himnos de la banda como «Clarobscuro», «Haciéndose pasar por luz», «Llenos de Magia», «Va a Escampar», «Zafar», entre otros.

En el escenario Este, Catupecu Machu realizó un emocionante show donde interpretó sus clásicos «En Los Sueños» y «Magia Veneno» y sobresalió con una puesta en escena a dos baterías, que se transformaron en tres con la llegada de uno de los feat más llamativos: un dueto feroz y jameado con Eruca. 

Ya cerca de las 00:00, iniciaron Las Pelotas, una de las bandas más convocantes del evento. El emblemático grupo tocó una gran lista de canciones que pasó desde «Víctimas del cielo» y «Siento luego existo», a un cierre combativo con «Capitán América». 

Para concluir dos noches increíbles, se presentó Estelares y Rata Blanca. Sin duda, la banda de rock metal trajo a Baradero un recuerdo nostálgico y atrapante de sus primeros temas en un festival que demostró estar más allá del tiempo, pero muy cerca de la música.

Fuente: El Cronista

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