Vicentico: el rap, el hip hop, la grieta y lo poco que importa su opinión

Ya se sabe que la historia transcurre de forma cíclica. Pero esos ciclos, a veces, se saltean estaciones. Y la estación del single para un hombre como Gabriel Fernandez Capello, alias Vicentico, que hace más de treinta años que canta, ya sea al frente de Los Fabulosos Cadillacs, o como solista, es nueva. Entonces ahí está Freak, single adelanto de su próximo álbum como solista, aún sin título, que saldrá en abril de 2020, poquito después de que los Cadillacs vuelvan a hacer de las suyas en el Lollapalooza. Una tarde primaveral, y un Gaby locuaz y con su humor a flor de piel, en el parque de un coqueto hotel boutique en Palermo, fueron el contexto de una charla amena y distendida.

-¿Se puede pensar en “Freak” como en un tema que define el concepto sonoro del próximo disco o es más como una especie de isla?

-En mi opinión sí, pero cuando salga el disco lo podré decir mejor. Tampoco tengo todo muy claro. Es raro hablar sobre el disco, porque todavía no lo mezclé ni terminé de cantarlo. En general, uno se da cuenta sobre lo que hablan las cosas con el tiempo. El disco a nivel sonoro se emparenta un poco con esta canción. Tal vez esto sea como lo más pop del disco. Pop en el sentido que es una pastilla, con un principio y un fin, como si fuera un tweet en el que uno en poco tiene que decir todo. Es exagerado.

-¿Y cómo te llevas con esta época en la “Freak” actúa como si fuera un single? Porque cuando empezaste con los Cadillacs el single ya no existía…

-Que hablemos de un single delata nuestra edad (risas). Volví a hacer prensa, por lo que me toca charlar con chicos jóvenes. Un VJ me preguntó hace poco algo parecido, le hable de los singles, y no tenía idea de que habían existido discos así. El primer disco que me compré con mi plata fue el single de Polifemo Sueltate rock and roll, que en el lado B tenía Vamos tranquilos, cantada por Rinaldo Rafanelli. Era lindo eso, por lo que me gusta que sea así ahora.

Gabriel Fernández Capello, Vicentico, asegura que su próximo álbum es de "Gaby músico", donde mucho de lo que se escucha es tocado por él. Foto:Emmanuel Fernandez

Gabriel Fernández Capello, Vicentico, asegura que su próximo álbum es de «Gaby músico», donde mucho de lo que se escucha es tocado por él. Foto:Emmanuel Fernandez

-Volviste a trabajar con Héctor Castillo, con quien grabaste «La salvación de Solo y Juan», de los Cadillacs. ¿Por qué la vuelta con él, y no con Cachorro López, como venías trabajando?

-Héctor (Castillo) no es estrictamente un productor, es más un ingeniero con mucha personalidad, lo que lo transforma en una parte importante de la artística, del audio. Estamos coproduciendo el disco. Nos escuchamos mutuamente las ideas. Digamos que la parte musical está más a mi cargo, y las vueltas de tuerca del audio están más del lado suyo, pero compartimos. El disco es bastante de laboratorio: arrancó como eso. Yo y la compu, la compu y yo, y mis ruiditos, y mis samplers. Y todo sobre unas maquetas interminables que fui haciendo durante este último año post Cadillacs. Empecé a grabar en julio del año pasado. Y no grabé con Cachorro por ninguna razón en especial. Después del último disco que hice con Cachorro, que fue Último acto, pre disco de los Cadillacs, hice la música de una película de mi esposa (Valeria Bertuccelli) con Héctor. Ahí empezamos a pensar en un nuevo disco y seguimos así. Este disco es bastante diferente a los tres que hice con Cacho en el sentido que los discos que hice con Cachorro estuvieron enfocados a la figura de un cantante. Este es un disco de “Gaby músico”, donde mucho de lo que está tocado lo toco yo, y está armado desde un lugar de soledad.

-¿Cómo se dio la colaboración que hiciste con Duki en “Entre cuatro paredes”, para la tercera temporada de «El marginal»?

-Él me invitó. Lo había conocido en un par de conciertos a los que fui, charlamos unos minutos y nos tiramos onda de hacer algo. Y un día me llamó por teléfono para ver si quería cantar con él.

-Esto confirma esa cosa tuya de ser crossover, de poder grabar con Duki y antes haberlo hecho, por ejemplo, con Pappo…

-Tal cual. Igual no me veo a mí mismo como un “crossoverista”. A mí me gustan todas las músicas, y no lo digo ni como una bajada de línea ni como algo que me defina. Para mí Duki es un re artista. No es un cantante, no es un trapero, no es un performer: es un artista que dice cosas, que le salen cosas, que en su voz no se queda prendado de algo. En un punto me siento emparentado: no es que sea “Guau, qué cantante”, pero a la vez se me puede reconocer, creo.

-¿Y cómo ves a estas músicas urbanas desde tu lugar?

-Conozco bastante. Empecé con artistas de afuera, desde Kendrick Lamar hasta XXX Tentacion y Travis Scott. El problema con charlar sobre trap o hip hop es que pareciera ser que todos son iguales y no lo son para nada. Con algunos quedo prendado y enamorado, como es el caso de XXX Tentacion, que me parecía un pibe increíble y único. Acá me pasa lo mismo: están los que me parecen increíbles y están los más tontainas. Me parece un fenómeno re interesante y que da en el clavo. Es muy metafísico, hay muchas lecturas para hacer. Y creo que ellos mismos se están releyendo haciendo que todo explote a su alrededor moviéndose de una manera lateral. Ya que hablemos sobre estos pibes nos pone en un lugar de afuera, cuando en realidad también estamos metidos ahí, también de un modo más lateral. A mí me parece que es un modo… revolucionario.

Vicentico escucha mucho hip hop e hizo una colaboración con Duki para "El marginal". Foto: Emmanuel Fernandez

Vicentico escucha mucho hip hop e hizo una colaboración con Duki para «El marginal». Foto: Emmanuel Fernandez

-¿Qué tenés para decir del personaje que representás en tus historias de Instagram?

No sé quién es ese personaje (risas). La verdad, es un modo de entretenerme en las giras. No tengo mucha pretensión de comunicar, no tengo nada que comunicar más de lo que puedo comunicar a través de mis canciones, porque es mi oficio. No tengo ningún interés en ser un artista que comunica cosas, porque tiene un canal para hacerlo. Y me tiene un poco harto la idea del artista que habla. Hay artistas que hablan que me parecen interesantes y otros que son unos gansos. Como estoy cerca de ser un ganso, prefiero callarme un poco la boca.

-En la época de Alfonsín, el Gaby de aquel entonces no se sentó en la mesa junto a Jesús Rodríguez. ¿En qué mesa no se sentaría el Gaby de hoy?

-De la mayoría. Hace poco fui a la radio, todo dormido. Hacía un montón que no iba a ningún programa, porque no me interesa. Y me preguntaron “¿Se puede saber por quién votás?”. Como me parecía muy mala onda responder “No”, les dije que votaba por Alberto (Fernández). Y al otro día vi que Infobae decía “Vicentico dijo que votaba por Alberto Fernández” (risas) No creo ni me importa mucho la grieta, me parece una palabra re pelotuda. Es así en todo el mundo. ¿O nos creemos que nosotros somos muy especiales? Claramente no me sentaría en mesas anti abortistas, pero son ideas, son pensamientos, son convicciones. Tampoco es tan importante mi opinión. Es más, te diría que no es nada importante y que no tengo ganas de que se ponga en cuestionamiento si es o no importante, porque no lo es. Y no me ofende que no lo sea.

Los Fabulosos Cadillacs, los hijos y unos descerebrados que quieren tocar rock

Tras ponderar las virtudes musicales de su hijo Florián, ex Cállate Mark, actual solista y también guitarrista de Los Fabulosos Cadillacs, Vicentico echa luz sobre la actual formación de la banda, que tocó en The Theater del Madison Square Garden en abril de 2017, con localidades agotadas, antes de poner un impasse que será roto en la próxima edición argentina del Lollapalooza. “Ni yo sumé a Florián ni Flavio (Cianciarullo) a Astor. La idea de que Flor toque la guitarra fue de Sergio (Rotman). Y la idea de que Astor toque la batería en realidad fue mía. Porque estábamos buscando un percusionista, pero también pensaba que era buenísimo tener dos baterías para tocar el último disco (La salvación de Solo y Juan). Se lo dije a Flavio, se lo planteamos a Astor, y aceptó. Hay que pensar qué nos falta a nosotros, los grandes, para ser de nuevo como ellos. Y yo creo que nada, porque seguimos siendo unos niños excitados. Ahora nos vamos a juntar para tocar en el Lollapalooza, y lo único que noto es una excitación ridícula: somos todos unos excitados. Realmente tocamos ahí porque así es el rock. Porque si me preguntan ‘¿Qué es el rock?’, la respuesta es eso. Unos descerebrados que quieren sentir la adrenalina de tocar juntos cada vez que pueden y de que eso suceda. Es una emoción tan de verdad que querés hacerla”.

El chico raro que quería bailar

Dirigido por Pucho Mentasti, el video de Freak muestra a un Vicentico en blanco y negro que al despertar engulle un puñado de pastillas medicinales como si fueran caramelos masticables para, enseguida, emprender una lucha sin cuartel con una de ellas. Animación, psicodelia y ansiolíticos, en otro clip memorable (y van) por parte de un hombre que supo ponerse a las órdenes de Martín Retjman en la película Los guantes mágicos, donde bailaba al son de New Order en una escena memorable.

-En cuanto al video de «Freak», y más allá de lo que decías de las pastillas musicales, llevas al video el concepto de “El rey del swing” del último disco de los Cadillacs, cuya letra está protagonizada por un bailarín…

-Es verdad. Me acuerdo que cuando era chico quería ser bailarín. Veía cosas de danza y me volvía loco. Admiraba a los bailarines de danza moderna: en una época venía mucho Jennifer Moore, que era una bailarina muy grossa, la iba a ver y me gustaba mucho. Yo me crié en un barrio donde eso estaba visto como “Qué rarito que sos”. Me acuerdo que bailaba solo en lugares y eso me traía algún que otro quilombo. Yo no lo viví así, pero ahora me puse a recordar que todo eso era un poco raro para el momento. Siempre me interesó, me gusta bailar. No lo hago bien (risas), pero no tengo problemas con eso.

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