Vox Dei: la canción que titularon mal y acabó en matrimonio y el consejo de Spinetta que les cambió la carrera

En 1967 Racing Club se consagraba campeón del mundo del fútbol, nos gobernaba el general Onganía, un dictadorzuelo que hizo todas las cagadas que hacen los dictadores y prohibía, entre otros muchos actos de censura estúpidamente explícita, La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky y el estreno en el Teatro Colón de la ópera argentina Bomarzo de Alberto Ginastera y Manuel Mujica Láinez después de una exitosa gira por USA. Prohibía Blow Up de Michelangelo Antonioni en los cines, las performances de Copi y compañía en el Instituto Di Tella, prohibía la minifalda para las chicas y el pelo largo en los muchachos. Prohibía programas de televisión y obras de teatro, el rock, el folklore de proyección que creaban Hamlet Lima Quintana, Mathus, el Cuchi Leguizamón, Mercedes Sosa. Cómo decía siempre mi tío Licas, no hay nadie peor para los otros que un idiota envalentonado.

Pues bien, había que tener ganas y meter mucha garra para armar una banda de rock en esos días. No digamos que tenías todo en contra, pero ciertamente no tenías ni una a favor.

Un par de años antes, en Berazategui, Wilfredo Quiroga abandona el folklore que ejercía en Los Chúcaros, un dúo que había formado con otro amigo eximio guitarrista, para convertirse en Willy Quiroga, líder de un cuarteto de rock bautizado Mach 4.

Principio de la historia.

“¿Porqué Mach 4?”, le pregunto.

Willy me cuenta:

-”Hice unos años en la escuela de oficiales de aeronáutica en Córdoba, donde nací. Ahí conocí el Mach 4 y el concepto me quedó para siempre. El Mach 4 es el lugar dónde está la barrera de sonido. Si pasas la barrera de sonido con un avión a toda velocidad, mas velocidad que el sonido, vas a notar que el avión se va y unos segundos después parece que todo el planeta explotara. Eso pasa cuando superás la velocidad a la que viaja el sonido, rompes la barrera de sonido. Para mi el rock era eso…”.

Voy spoileando algo, como ya saben todos Mach 4 con el tiempo cambia de nombre, quedan 3 como en Génesis cuando quedaron 3, ahí se llamaron Vox Dei.

Willy mismo sigue como quién va relatando su vida entera misma.

-”… tenía 22 años cuando escuché The Beatles y me arrancaron el cerebro. Venía del rock´n roll de los 50´s, Elvis Presley, Gene Vincent. Me acuerdo que íbamos al cine y terminábamos todos bailando en el fondo de la sala, no nos podían parar, a veces se rompía alguna butaca del frenesí de baile que generaba eso que veíamos en la pantalla, seguí un tiempo con el folklore hasta que escuché a los Beatles en medio de todos los que iban apareciendo. Decidí armar algo por el estilo, una amiga de mi prima conocía a un baterista de Quilmes, yo estaba viviendo en Berazategui que es ahí nomás, así que llega Rubén Basoalto. Después aparecen Ricardo Soulé y Juan Carlos Godoy, eso era Mach 4. Todavía no componíamos, hacíamos temas de los Beatles que llevaba yo, Ricardo traía algunas canciones de los Rolling Stones, también tocábamos cosas de los Bee Gees de la primer época obviamente, “Massachussets”, cuando hacían voces. Nosotros también hacíamos voces, como los Beach Boys, los Beatles“.

Mach4 se transforma en Vox Dei a instancias de los eternos productores del gran primer rock argentino Jorge Alvarez y Pedro Pujó.

Ellos vieron al cuarteto del sur de la ciudad y quedaron maravillados por ese rock psicodélico que lograban. No había nada parecido.

Lo más hermoso de esos primeros devaneos rockers era la diversidad que tenían las bandas que no hacían más que ampliar las expectativas de esos adolescentes que ahora tenían algo entre manos. Los Gatos de Litto Nebbia, Manal, Almendra y Vox Dei fueron cuatro puntas distintas de una gran estrella que los contenía y se llamaba Rock. Ellos eran lo nuevo, eran distintos a todos y entre ellos mismos.

Sigue Willy:

“Jorge Alvarez se entusiasmó con nosotros, nos propuso llevarnos a los estudios de un sello grande para grabar un simple, pero nos pidió que cambiáramos el nombre de la banda, ante nuestro desconcierto nos dijo que ya había un montón de grupos con números en el nombre, 7ma Brigada, Conexión No 5, la 4ta Dimensión. Nos obligó a ser más creativos. Cuestión que esas andábamos cuando una tarde nos encontrábamos todos en la casa que compartían Pajarito Zaguri con la Negra Blanca que quedaba en el bajo porteño, en esa cortada que se llama Tres sargentos y San Martín, justo arriba de Bar o Bar, ahí mismo me muestran una revista que hablaba de un tipo que habían metido preso injustamente, la nota terminaba diciendo que Vox Populi Vox Dei, la voz del pueblo es la voz de dios, listo pensé, después se los comento a los chicos en la sala , que ya teníamos nombre nuevo en latín, Vox Dei. A Godoy no le pareció nada, a Rubén le encantó y a Soulé no le gustó nada, pero quedó”.

“Resulta que Alvarez y Pujó nos habían visto tocar en Quilmes, de locales digamos, de manera que nos proponen ver qué pasaba en el centro. Arman una fecha con Piel Tierna, otra banda que producían ellos como a casi todos, en el teatro Payró. Esa noche tocamos muy bien, tanto que Luis Alberto Spinetta que estaba entre el público se acercó a nosotros en el camarín y nos dijo con su tono inconfundible… loco, tocando son una bola de acero que te pega en la cabeza, pero porqué no cantan en español?… ahí mismo decidimos traducir algunas canciones que teníamos, I wanna be de Soulé se convierte en Quiero Ser y Bittersweet que era mía pasa a ser Azúcar Amarga. Tan vertiginoso era todo que anoté ese nombre en SADAIC sin darme cuenta que estaba mal, que era Azúcar Amargo, así se dice bien, pero quedó Amarga hasta hoy”.

“Esas eran canciones que veníamos tocando en la zona Sur hacía un año en inglés, cuando todavía éramos Mach4. Me acuerdo bien, Azúcar Amarga la estrenamos en el Club Deportivo Berazategui donde yo era Disc Jockey en los bailes de los sábados donde tocaba una de las bandas nuevaoleras de moda, Los In. Después la hicimos en Ducilo Discoteque, llegó al Payró en inglés, no la veíamos en castellano pero Jorge Alvarez una tarde nos invita a su oficina y ahí nos muestra lo que acababa de grabar otra de sus bandas Manal, nos hace escuchar “No Pibe” y ahí entendimos todo, ese era el camino. Fue uno de los primeros temas grabados para Mandioca”.

Mandioca era el sello que crearon Alvarez y Pujó cansados de las cabezas termoselladas de los ejecutivos de los sellos discográficos. Mandioca dicen que se llamó así como reflejo de Apple el sello de los Beatles creado por las mismas razones aunque con otro mercado obvio. Dicen que las primeras grabaciones en Mandioca fueron “Nunca te miró una vaca de frente” de Los Abuelos de La Nada, “No Pibe” de Manal y “Azúcar amarga” de Vox Dei.

Recuerda Willy al respecto:

”Nosotros nunca habíamos grabado excepto un tiempo antes con Mach4 que hicimos un acetato (Una especie de disco de vinilo pero flexible, de menor calidad y pésimo sonido, pero mucho mas barato) que tenía de un lado “Gimme some lovin´” de Spencer Davis Group y “When a man loves a woman” de Percy Sledge. “Azúcar Amarga” sonaba bien de verdad, Alvarez le lleva las grabaciones a un ejecutivo de una multinacional y el tipo le dijo que eso no servía para nada, que iba a ser imposible vender esa absurda copia de lo que hacen los americanos y los ingleses encima en castellano, que iba a ser un fracaso y una pérdida de tiempo, jamas funcionaría como negocio y demás. Lejos de sentirse derrotados, Alvarez y Pujó se encapricharon peor. Entonces deciden fundar Mandioca, editando discos de Manal, Vox Dei, Cristina Plate, Los Abuelos de la Nada, Tanguito, Moris y Pot Zenda. Terminaron quebrados después de un par de años, pero los discos salieron que era lo importante…”.

Ricardo Soulé con el violín y Willy Quiroga en el Palacio San Martín, cuando fueron distinguidos por La Biblia, obra que hicieron en 1971 (Julieta Ferrario)

Los discos salieron es cierto, y Mandioca se fundió aunque después los fundadores de Mandioca armaron otro sello mas grande artísticamente hablando, Talent, que editó entre muchos otros “Artaud” de Spinetta y Sui Generis. Alvarez y Pujó son unas páginas muy importantes en la biblia del rock argentino por estas refinadas batallas antisistema. Muy rocker todo.

Para terminar le pregunto a Willy qué era “Azúcar Amarga”

-Se la escribí a mi novia, que me tenía mal, me daba el dulce y me lo sacaba, me hacía hombre y me desarmaba. Susana. La bittersweet, Azúcar amargo. Terminamos casándonos, teniendo hijos y viviendo juntos hasta hoy. Ella era “Azúcar Amarga”.

No hay mejor final para la historia de una gran canción que éste.

Fuente: Infobae

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