Sandro x Sandro: canciones, amores e influencias en 13 frases a trece años de su partida

El 19 de agosto de 1945 en la maternidad Sardá de la Ciudad de Buenos Aires nació Roberto Sánchez y el 4 de enero de 2010 en el Hospital Italiano de Mendoza murió Sandro, la leyenda. 64 años y un singular recorrido hasta el estrellato argentino propulsado por docenas de discos, casi una veintena de protagónicos en el cine e incursiones en televisión.

La vida y la obra del artista que creció en el sur del conurbano bonaerense, se enamoró del rock y enamoró a millones de mujeres y hombres con su música & figura, fue largamente contada en biografías y documentales. Pero aun hoy, a trece años de haber dejado de este mundo por un shock séptico como corolario de una serie de intervenciones obligadas por un transplante cardiopulmonar, sigue siendo imposible de abarcar.

Reacio a soltar en público definiciones sobre su vida privada, cada tanto emergía de su mítica mansión-fortaleza en Banfield para cantar en todo tipo de teatros, abrirle la puerta a nuevos amores, dar esporádicas entrevistas o atender alguna cuestión de salud. Mientras su genio e influencia siguen produciendo semillas que podrían germinar aquí o allá, este aniversario vuelve a ser una ocasión ideal para recordarlo a través de sí mismo, de sus propias palabras, en trece frases.

1) “Me contaron que nací en un horario incierto, no se sabe si era 18 o 19 de agosto, pero me anotaron el 19… Aunque según mi vieja nací el 18. Nací de incubadora, pesaba dos kilos 300, 400, ¡era un ratón! Yo vivo porque quise… ¡me empeciné en vivir! Mi mamá ya había tenido otro hijo, muerto. Ella tenía problemas con sus embarazos y yo nací enclenque. No daban dos guitas por mí y acá estoy: no van a poder conmigo, ¡qué joder!”, le contó a Pinky sobre su nacimientoen una entrevista realizadaa mediados de los años 90.

2) “El rock apareció como una música netamente energética. Nosotros no entendíamos bien lo que se cantaba, no teníamos la menor idea de nada, Nadie hablaba inglés, era pura energía (…). El primer rock lo escuché en el cine y no sé por qué empecé a pegar saltos. Después escuché por radio a Brenda Lee cantando ‘Dinamita’. Me acuerdo que estabamos almorzando. Tiré los cubiertos para arriba y ahí mismo me ligué la primera piña de mi viejo. Yo tengo muy claro que hasta que apareció el rock, toda la gente se vestía de gris, azul y marrón. Y que con el rock llegó el color”, recordó Sandro sobre cómo nació su amor por el rock. Se lo contó a Víctor Pintos para el libro Tanguito.

3) “Yo quería ser artista de cine en colores. Estaba absolutamente seguro. Mi primer contacto con un escenario se dio al romperse un disco de pasta. Fue en un baile de colegio durante una fiesta patria. Nosotros decidimos armar un número donde uno de los chicos de la barra se disfrazó de mujer imitando a Blackie y yo -con un jopo, patillas pintadas y el sweater de la madre de un amigo mío- hacía de Elvis, que era lo máximo. Dos o tres bailaban rock & roll, yo subía al escenario y hacía la mímica, como decíamos antes: el playback es con una cinta. Cantaba ‘Prisionero del rock’ y “Hotel de los corazones destrozados’. Cuando arrancamos con este último, al que va a poner el disco de pasta, se le cae. Se hizo pedazos, entonces tuve que hacerlo a capella. Como lo sabía bien, me salió fenómeno. Y después terminé bailando con las minas más lindas. Así que pensé: ‘Por acá está la cosa. No vamos a andar pensando mucho’”, contó en 1998 a la revista Los Inrockuptibles acerca de cómo se fue convirtiendo en artista.

Sandro nació como Roberto Sánchez el 19 de agosto de 1945

Sandro nació como Roberto Sánchez el 19 de agosto de 1945

4) “Gracias al rock dejé las calles, las navajas y las cadenas y agarré una guitarra. Dejé la campera de cuero y las pandillas. El rock me salvó. Me salvó de que fuera, quizás, un delincuente. (…) En esa época yo vivía en Valentín Alsina, un barrio pobre que a determinada hora se ponía bravo. Había camperas y navajas que eran una copia de los modelos que nos presentaba el cine con Marlon Brando, James DeanSal Mineo. Las películas eran Rebelde sin causa, Salvaje y Semilla de maldad, donde apareció el primer rock, nosotros no tuvimos profesores, el único fue esa música”, reveló sobre sus tempranas influencias.

5) “Me puse Sandro porque Roberto Sánchez no cuajaba con el rock. ¿Te imaginás un apellido gallego con el rock & roll? Evidentemente no. Me puse Sandro porque mi mamá había querido ponerme así cuando nací. Y como era un nombre corto e impactante, quedó”, dijo acerca de su icónico alter ego en el libro Tanguito.

6) “Dejé el rock porque me encontré con que había cumplido una meta. Sentí que el rock tenía que estar relacionado con lo juvenil. Y cuando vas creciendo, tenés ganas de decir otro tipo de cosas que el rock no te permite. Tal vez, si se hubiera usado el rock lento, me hubiera dedicado a cantarlo. Algo más relacionado con las baladas”, contó a mediados de los 90s sobre la transformación musical que lo volvió un artista popular.

“Yo quería ser artista de cine en colores", dijo Sandro sobre el deseo de su vida

“Yo quería ser artista de cine en colores», dijo Sandro sobre el deseo de su vida

7) “No es una canción de las que más me gustan. A mí me gusta realmente ‘Penumbras’, ‘Así’…”, dijo en un programa de televisión de Venezuela en 1982 cuando le preguntaron por “Rosa… Rosa”, uno de sus más grandes éxitos aun hoy: en las plataformas de streaming más populares está entre las cinco más reproducidas del ídolo. “‘Rosa… Rosa’ es la comparación entre la mujer y la flor. Sabemos que las rosas tienen espinas. Es decir, que aquellas cosas que queremos mucho en la vida, nos cuesta conseguirlas. Si querés una rosa en la mano, te tenés que arriesgar a que te pinche, a que te lastime… De allí, en forma un poco irónica, escribí esta canción”, contó en esa misma ocasión sobre esta canción que compuso junto a su histórico socio creativo Oscar Anderle.

8) En una entrevista publicada en la revista española Antena en 1973, el periodista le apuntó a Sandro que sus letras no se nutrían de los “problemas del día a día de la pareja, como los económicos”, dando a entender un aparente desapego social. “Estás equivocado, porque tengo canciones que hablan de la gente pobre, como ‘Te propongo’, donde un muchacho no le promete absolutamente nada a la chica, solo una flor, y tiene su posibilidad de felicidad”, le contestó el artista ejemplificando con aquella canción que fue parte de la banda sonora del film Muchacho, el cual protagonizó. “No creo en el cantante que hace protesta, prefiero al testimonial. La diferencia está dada en que el tipo que está protestando, en cierto modo, quiere que le tiren la solución. Además, ¿qué cantante solucionó los problemas del mundo?”, reflexionó.

9) “Casi todos mis amores fueron fuente de inspiración, a ver: morocha espectacular, cabello largo negro, ojos color verde mar y una boca roja jugosa… Pasillo de un canal, piano vertical y mirándola nace ‘Penumbras’”, reveló Sandro en 2003 sobre otro de sus grandes clásicos. La musa de esta canción habría sido Yoli Scuffi, modelo que había ganado el certamen Miss Argentina en 1959 y enamoró al ídolo. “Era un minón, Yo parecía un pingüino al lado de ella: flaquito, negrito y picudo. Y bueno, la muchacha, pelo negro, ojos verdes de gata, realmente era bellísima”, contó sobre la mujer que además aparece en la portada del álbum Una muchacha y una guitarra.

El día que Sandro cantó con Pappo y Riff en su programa de televisión

10) El 2 de agosto de 1990 debutó como conductor con el programa de televisión Querido Sandro. Se emitía los jueves a las 9 de la noche por Canal 13. Tuvo 16 puntos de promedio -no demasiado para la época- pero ganó un Martín Fierro en la categoría mejor show musical. Riff, Leonardo Favio y Sergio Denis fueron algunos de los colegas con los que se presentó en el ciclo. “Para mi hubiera sido sencillo largarme a cantar durante una hora mis canciones más conocidas. Pero quise otra cosa. Para mí el ciclo fue de puta madre: buena producción, buena escenografía, los artistas bien cuidaditos. No me arrepiento. Es cierto que anduvo más o menos de rating. Creo que estuvo un poco adelantado a su época”, consideró sobre este proyecto.

11) “A veces creo que hay que saber parar. Yo soy el productor, el autor y el intérprete de Sandro. Cuando hay errores siento que tengo que rever todo. No se puede estar siempre en la cresta de la ola… Y hay que tener claro qué es lo que se busca. Por momentos tengo una idea para desarrollar, pero encontrarle la forma exacta a lo mejor me lleva años. La carrera mía es tan larga que a veces digo: ‘Bueno, empecemos de nuevo’. Tengo un muy buen medio de vida que al mismo tiempo es mi hobby. Pero es una trampa, porque yo me divierto pero a su vez es mi trabajo. Cuando el señor Sandro se sube al escenario, hay treinta personas detrás que dependen de mí. Y yo dependo de ellos”, le contó a mediados de los 90 al periodista Mariano Del Mazo para el libro Sandro. El fuego eterno.

12) “Dios me lo permitió y me decidí a vivir para poder disfrutar de esta cosa maravillosa que me está sucediendo, de haber encontrado a una mujer con la cual nos llevamos de maravillas. Una mujer que me contiene de una manera espectacular. Una de las pocas mujeres que mejor me han comprendido en toda mi vida”, dijo en 2006 sobre Olga Garaventa, su última pareja. Fue durante una de sus últimas entrevistas, emitida por Crónica. “Ella comprende y tiene muy claro lo que es el ídolo Sandro, por decirlo de alguna manera, y el señor Roberto Sánchez, de las situaciones y presiones diferentes que tiene que vivir. A veces Sandro me crea unas presiones tremendas. ¿Y en dónde las descargo? En casa. Y la pobre santa tiene que poner la oreja. Pero esta pone la oreja, me contiene, me calma. Y después paso de ser aquel viejo león rugiente, a un gatito, un pussycat”, contó sobre la dinámica entre ellos.

En 2006 Sandro habló de su relación con Olga Garaventa

13) “Yo soy civilmente soltero. Sandro es soltero y es de ‘mis nenas’. El señor Roberto Sánchez tiene su vida privada, que la pasa fenómeno”, patentó sobre su eterno estado civil.

Fuente: Infobae

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