Daniel Melero tiene nuevo disco con una “mirada microscópica” del sonido

Luego de QUALIA 1 – Última Thule, el artista presenta QUALIA 2 – Micrografía, un material al cual lo describe como distintas experiencias que “resultan incomunicables y que cuando las narrás sentís que no podés transmitirle al otro con palabras”.

“Vinculo este trabajo un poco con el anterior. Este disco tiene una mirada microscópica sobre el sonido, con pequeños detalles, por ejemplo, unos meses antes de empezar a grabarlo me dediqué a escuchar sonidos de submarinos de distintos países y todos son diferentes. Empecé a hacer un archivo de cada uno de ellos y de hecho, el álbum arranca con uno de ellos que está procesado y luego lo que sucede alrededor del disco, cada evento sonoro fue grabado bajo ciertas circunstancias”, explicó Melero sobre el origen del álbum.

El universo de la visión. En en el disco anterior, las lentes eran más en el universo del telescopio y este es en el microscopio”, explicó el músico sobre el concepto de Qualia. “Al mismo tiempo volví a leer un libro de uno de los inventores del microscopio actual, del año 1665, un verdadero fanático de Galileo, y que encontró el camino visual inverso: aquello que es invisible por pequeño y no por distante. Esas cosas me van llevando a hacer esas músicas. Volver a leer el libro de Robert Hook fue lo que me llevó a terminar grabando esas piezas”, contó sobre el texto llamado “Micrographia”, al igual que su disco.

Daniel Melero es una de las figuras destacadas de nuestro rock. Cantante, compositor y productor, comenzó de forma profesional a principios de ‘80 con Los Encargados, un proyecto marcado por la música electrónica y el tecno-pop. Toda una novedad para la época. Rodeado de máquinas y sintetizadores, fue el responsable de clásicos como “Trátame suavemente”, que Soda Stereo grabó en su disco debut y convirtió en un clásico. También volvió a colaborar con el famoso trío en la época de Canción animal (1990) y junto a Gustavo Cerati grabó el disco Colores santos (1992). Melero colaboró también con su teclado en el disco Oktubre (1986) de Los Redondos y trabajó con una larga lista de artistas que incluye a Babasónicos y Los Brujos.

– Un libro o una película pueden ser disparadores a la hora de crear un álbum

– Sí, aunque en mi caso es bastante generalizado. A veces es una frase que dijo alguien en un bar sentado en la mesa de al lado. Es cuando uno decide que va a poner su foro en algo particular. Nada viene casi de adentro de uno. Se subestima demasiado esa circunstancia. En mi caso, la idea tiene que ver en cómo me afecta a la hora en pensar en los distintos sonidos en relación a un libro. Me regalaron varios en este último tiempo y espero tener el tiempo necesario para leerlos.

– ¿Cómo fue llevar todos estos sonidos al estudio?

– Estuve acompañado por los músicos, con los que generalmente me acompañan en los shows. Voy con pocas ideas al estudio. No voy con algo muy en claro. Busco que las cosas sucedan. Prefiero encontrar en lugar de buscar. Reuní a los artistas y le mostré la cadencia musical cantada, ya que no soy muy hábil tocando ningún instrumento aunque lo hago de una forma especial. Al final se configuraba rápidamente la imagen que ellos querían también. Los compositores tienden a forzar a la música hacia el campo de sus ideas y ese es un aspecto que no me interesa demasiado. El lugar más aburrido es mi mente y prefiero la sorpresa. Quiero que sean artistas más que músicos. Los artistas son muy buenos en el engaño. Un álbum tiene que ser una experiencia tanto para los músicos como para el público. El gusto es uno de los peores enemigos de cualquier novedad. Tiende a ser retrógrado. El gusto es decorativo y lo puedo entender en el diseño de una casa; no en el campo de la música.

– La idea también se refleja en el arte de tapa

– Me pareció que es muy acorde con el título. Mi esposa lo hizo, ella se dedica a las artes gráficas y tuvo que hacer cada circulito. El insecto que aparece en la tapa es uno de mis favoritos. Se llama pececillo plateado (lepisma saccharina en su nombre científico) y aparece en los lugares de humedad. Está en todas las casas. Por ejemplo, es el primero que aparece en el baño cuando entrás y encendés la luz. También están en las cocinas. Es muy resistente y tiene conductas como las mayorias de los insectos, que son robóticas y a la vez inteligentes, más que la inteligencia que tenemos los humanos.

– También se puede apreciar más el diseño en el formato vinilo

– Es hermoso que salga en vinilo. Me atrae mucho todo lo tangible. Me gusta también el formato en CD. El arte de tapa de un disco es increíble. Tiene algo hermoso en el contexto del desgaste. Al estar todo digitalizado, lo intangible parece que el trabajo en realidad no existiera.

– ¿Te sentís un artista de vanguardia?

– En realidad siento que soy actual. No me siento de vanguardia. Tal vez hay mucha gente en la retaguardia y quedo en offside. No siento que estoy compitiendo, ni para un lugar en el ranking. Es fabuloso a la edad que tengo de haber hecho todo esto durante tanto tiempo. Hay un interés por parte de los medios y en la gente que escucha mi música. Todo esto me hace feliz. Uno tiene muchas ilusiones cuando se dedica a hacer música, mucho más si no tiene formación, como en mi caso, y en ese aspecto me siento feliz en no traicionarlo. Qué diría ese chico que arrancó con cintas abiertas y una caja de ritmo. Yo me debo a él.

– ¿Cómo serán las presentaciones en vivo de estas canciones?

– No lo tengo planeado. En unos días me voy de vacaciones y a la vuelta estaré en contacto con la gente que trabajó en el disco. Prometo varios insectos sueltos por el teatro.

Fuente; LA VIOLA

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