Leo García, la espiritualidad y el aprendizaje: “La música es la libertad absoluta”

Leo García es uno de los referentes más fuertes de nuestro pop nacional. Tras décadas de carrera, discos, escenarios y colaboraciones, el artista encontró en la pandemia un espacio donde reinventarse. Y además de componer sus próximas canciones y aprender nuevas herramientas para su oficio, se dedicó a reencontrarse consigo mismo y reflexionar.

En entrevista con La Viola, Leo García eligió algunas temáticas para hablar en profundidad de sus etapas y de su persona. La música como liberación en el encierro, la espiritualidad y el estado de consciencia, y la idea del éxito y el fracaso son algunas de las claves de su carrera que decidió compartir con los otros.

-¿Qué papel ocupó la música en tu vida desde que empezó la pandemia? ¿Tus canciones, los temas que lanzaste y los de los demás?

-Realmente verifiqué que la música es la libertad absoluta. Se puede estar en casa, sin salir durante tanto tiempo, pero se encuentra libertad en la música. Yo la encuentro y de hecho compuse una canción, “Pasará, pasará”, que salió bastante de casa. Y ahora estoy 24/7 con una computadora que me había comprado antes de la pandemia justo, y que me vino al pelo para ponerme a manejar mejor los programas y todo. Me divierto y aprendo. Así que la música, y todo este tiempo que parece que sobra, lo empleo en mejorar las performances y descubrir cosas nuevas.

-”Pasará, pasará” es un single profundo y habla de querer acompañar a la gente que te sigue, darles un regalo. ¿Cómo fue esa gestación?

-Qué bueno que así sea. Yo se que el tema es bueno porque me lo dijo León Gieco y la gente, y a él y a Lito Vitale se les ocurrió la idea de juntar varios amigos para hacer el video, y yo también lo sentí como un mimo muy grande. Pero más allá de eso la canción trascendió. Y a uno al estar solo y tener el delirio este de hacer una carrera artística que siempre tenés que hablar de vos, saber qué vas a hacer después, entender que a veces las cosas no salen como querías… es una gratificación que hace muy bien.

-¿Cómo es tu relación con la espiritualidad? Desde tus comienzos buscaste dar distintos mensajes con tus canciones, ¿pero cómo fue ese camino y cómo es hoy?

-A la espiritualidad hay que estudiarla y pensarla bastante, está muy ligada a la mente. Parece que lo espiritual no es mental, no es algo que se piensa, pero si no utilizás la mente no la entendés. Tiene que ver con un estado de consciencia. Yo estuve estudiando Kabbalah bastante, pude entender algunas cosas, corregí otras, pero sigo siendo un pecador total, me sigo equivocando. Me gusta la espiritualidad pensada, la que te hace caer la ficha, como una sesión de bioneuroemoción, lo psicológico y terapéutico, me gusta que me expliquen las cosas y por qué. Aunque a veces perdamos mucho tiempo pensando de dónde venimos y hacia dónde vamos.

-¿Y cómo jugó esa espiritualidad en tu vida, como artista?

-En definitiva creo que la espiritualidad es difícil porque empezás a profundizar mucho con tu ego. Pero para los artistas, para el que juega mucho con la parte narcisista que tiene ser un cantante, ayuda mucho. Te corregís, te das cuenta lo mucho que te equivocás. Ahora trato de aceptar más las cosas como son, que la vida conlleva siempre un dolor, y que uno tiene que encontrarle un sentido a la felicidad. No es cuestión de estar todo el tiempo riéndose y evadiendo montones de cosas que pasan alrededor. La felicidad para mí no es estar c… de la risa, puedo estar en paz, tranquilo, con un gesto serio pero estoy feliz, y eso creo que tiene que ver con la consciencia, con volver a ese estado.

-Tenés algunas personas que te acercan a ese estado de consciencia, y especialmente te sucede eso con Gilda. ¿Cómo es tu relación con ella?

Gilda se me presentó, así humanamente. Pero bueno, yo te lo cuento, y la gente que quiera creer que crea, y el que no quiera que no crea. Pero se me presentó, por eso yo tengo esa cosa tan importante con ella. Y esto fue la imagen que vi, realmente apareció, pero otras veces sentí como una aproximación de ella, en medio de un sueño lúcido. Fue como hace más de diez años.

-Y después de todo este aprendizaje que fuiste construyendo, ¿qué significa hoy el éxito y los sueños?

-Me parece que el éxito que entendemos cuando te toca ser cantante es que te vaya muy bien, que hagas canciones que le lleguen a mucha gente, que puedas hacer shows bien convocados. Yo jugué gran parte de mi vida con ese éxito, el que se ve. Lo tuve por momentos y no lo pude mantener todo el tiempo. Y ahí hice todo el ejercicio necesario para no sentirme frustrado por eso y encontrarle sentido a la felicidad de vivir.

-¿Y qué significó para vos el fracaso, cómo te marcó?

-Fracasar es constante. Yo quise aceptarlo. Y tratar de notar que el fracaso no es no poder ser más que otro. Fracasar puede ser algo que te salió mal, como cantar y caerte y que salga todo para el c…, y que no sea lo que habías planeado: eso es una noche de fracasos. Y seguramente de una cosa así se aprende un montón. O haber tenido expectativas, y que después los resultados no sean los que esperabas. Pero si tenés la fuerza de voluntad para seguir después de eso, es maravilloso.

Fuente: LA VIOLA

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