Se realizan todos los sábados y domingos de febrero, hasta los feriados de Carnaval, en marzo. Hay menos cortes de calles: bajaron de 30 a 19 las cuadras bloqueadas. Los mudaron a parques y clubes de barrio.
Para atenuar un poco su impacto en el tránsito, este año algunos de los corsos porteños tienen lugar dentro de clubes de barrio y plazas. El plan oficial es recuperar la tradición de festejar en algunos de los espacios más representativos de los barrios y, de esa manera, reducir la cantidad de calles interrumpidas: 19, contra 30 del año pasado. Además, se cambia la ubicación de muchas de estas celebraciones, de manera de entorpecer menos el paso.
El Polideportivo Colegiales, el anfiteatro del Parque Lezama y el Alvear Club en Parque Avellaneda son algunos de esos lugares elegidos, para corsos que se extenderán hasta el primer fin de semana de marzo inclusive, con un “bonus” en los feriados de carnaval, el 4 y el 5 de marzo. Desfilan más de 10.000 murgueros de un centenar de agrupaciones, que vienen preparándose durante todo el año.
También hay corsos en la plaza Unidad Latinoamericana (Acuña De Figueroa y Costa Rica, Palermo), la plaza Ricchieri (Beiró y Quevedo, Villa Devoto) y el predio deportivo de Suárez entre Herrera y Hornos (Barracas). Y en calles de Almagro, Balvanera, Boedo, Flores, La Boca, Liniers, Mataderos, Palermo, Paternal, Saavedra, Villa Crespo, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, San Cristóbal y Lugano. Aunque, esta vez, sea en puntos menos complicados de la Ciudad: en el caso de Saavedra, por ejemplo, los cortes son cerca del parque del mismo nombre y del Sarmiento.
Este año, los corsos sumarán shows infantiles y otros espectáculos.
Algunas de las novedades de este año son los shows infantiles y los espectáculos centrales y de cierre con cumbia y percusión. También se suman nuevas propuestas gastronómicas. Y se agregan al plan cuatro visitas guiadas peatonales gratuitas por distintos barrios, en las que se cuenta su historia y la de sus carnavales. Cada tour termina en un corso para los asistentes.
El cierre de los festejos será durante los feriados del 4 y el 5 de marzo en un lugar simbólico para la tradición del carnaval: la Avenida de Mayo. Allí habrá una puesta escénica acorde a la magnitud de esta fiesta, además de stands de gastronomía y maquillaje artístico.
Sobre los cortes, el Gobierno porteño anunció que avisa con tiempo a los vecinos “a través de comunicación directa en los barrios y la publicación de información actualizada en tiempo real en los carteles de leyenda variable, las aplicaciones BA Cómo Llego, Waze y Moovit, y las cuentas de Twitter @batransito y @bamovilidad”.
Las interrupciones en el tránsito comienzan dos horas antes del carnaval y terminan una hora después de finalizada la fiesta. Es para dar lugar al montaje y desarmado de los escenarios, luces, vallado y demás instalaciones. Es por eso que los horarios de interrupciones del tránsito varian según el día: los sábados son de 19 a 2 y los domingos, de 19 a 24, mientras que el lunes 4 de marzo la celebración se extiende de 19 a 2 y el martes 5, de 19 a 24.
Entre los cortes más problemáticos están el de Scalabrini Ortiz entre Corrientes y Padilla, en Villa Crespo; el de Corrientes entre Medrano y Bulnes, en Almagro; el de Triunvirato entre Olazábal y Monroe, en Villa Urquiza; y el de Independencia entre Pichincha y Sarandí, en el límite entre Balvanera y San Cristóbal.
La organización está a cargo del Ministerio de Cultura de la Ciudad, al que se suman la Secretaría de Transporte porteña, para los cortes de tránsito en los distintos puntos, y el Ente de Turismo, para las visitas guiadas en barrios.
A través del programa Carnaval Porteño no sólo se organizan estos corsos de febrero y marzo, sino también otras actividades durante todo el año, como funciones de murga-teatro, talleres artísticos y encuentros en centros culturales, teatros y plazas.